Por qué mi bebé se enfada para dormir

Por qué mi bebé se enfada para dormir

Un bebé se enfada para dormir porque está demasiado cansado, es incapaz de conciliar el sueño, tiene hambre o sed, necesita atención o contacto físico o no sabe acostumbrarse a los cambios. La manera más eficaz que encuentra el bebé para comunicarse con sus padres cuando necesita algo es a través del llanto.

Aun así, algo que suele causar curiosidad en sus cuidadores es por qué el bebé se enfada y llora desconsoladamente antes de quedarse dormido, aunque sus demás necesidades estén cubiertas. En este artículo de paraBebés, te diremos por qué mi bebé se enfada para dormir, a qué edad dejan de hacerlo y te damos algunos consejos para relajar al bebé antes de dormirlo.

Por qué mi bebé se pone histérico para dormir

No hay nada más angustiante para los padres que escuchar a su bebé llorar antes de dormir y qué le pasa. Ante todo, debes saber que es algo normal, pues el pequeño está expresando que tiene sueño, que no se siente a gusto con esa sensación y que necesita descansar.

Aunque durante el primer mes puede preocuparte mucho, con el paso del tiempo, te acostumbrarás a los tipos de llanto de tu bebé y detectarás con más facilidad que le ocurre. Ante todo, nunca subestimes el llanto del bebé, por más frecuente que sea.

En sentido, una duda muy común es por qué a veces se queda dormido sin más, y en otras el bebé se pone histérico para dormir. A continuación, te explicamos las principales razones por las que un bebé se enfada para dormir:

  • Está demasiado cansado: es la causa más habitual por la que el bebé. Cuándo está muy agotado por no haber dormido suficiente durante el día, se irrita e inquieta. El cansancio excesivo en el bebé desencadena el incremento de hormonas, como el cortisol, que combaten la fatiga, pero que le dificultan quedarse dormido.
  • Incapacidad de conciliar el sueño: otra de las razones por la que el bebé se enfada antes de dormir es porque no tiene sueño, bien sea por sobreestimulación, porque no se siente a gusto en el ambiente, o por haber hecho siestas largas durante el día. Si se le obliga a dormir, peleará para poder explorar o jugar.
  • Malestar físico: puede que el bebé se enfade y llore porque tiene algún malestar físico, como una molestia en el pañal, las prendas de vestir apretadas, porque le pica alguna parte del cuerpo o porque le duele algo. Si su llanto es diferente al habitual y nada lo consuela, entonces debes tener en cuenta esta opción.
  • Necesidad de atención y contacto: los bebés siempre quieren estar muy cerca de su madre, y más cuando tienen sueño. Si no es la madre o su cuidador principal quien lo está durmiendo, entonces se puede poner histérico para dormir. También puede llorar desconsoladamente si tiene miedo a la oscuridad o a estar solo.
  • Hambre o sed: si el bebé no ha comido, es posible que el berrinche sea por hambre o por sed. En este artículo verás cómo saber si mi bebé se queda con hambre.
  • Regresión del sueño: las regresiones de sueño pueden surgir a lo largo del primer año, a los 4 meses, a los 6 meses, entre los 8 y los 10 meses, y una vez más a los 12 meses. Uno de los síntomas principales son las rabietas antes de dormir.
  • No saben cómo acostumbrarse a los cambios de ambiente: el bebé puede notar cuando hay cambios en su rutina de sueño, especialmente si se le cambia de cuna o de habitación. Esto lo puede poner de mal humor, pues echará de menos lo que es "normal" para él.

Ahora bien, si quieres saber por qué tu bebé llora mucho antes de dormir, observa cuándo es más propenso a hacerlo, si de día o de noche, con qué frecuencia lo hace, las situaciones que ha vivido durante el día y qué ha funcionado a la hora de calmarlo y ayudarlo a conciliar el sueño.

Cómo relajar a un bebé para que se duerma

Si quieres evitar que tu bebé llore antes de dormir, estos consejos te ayudarán a relajarlo y hacer que se duerma rápido y sin rabietas:

  • Crea rutinas de sueño: establece rutinas de sueño en función de su edad para anticipar sus necesidades de sueño. También es adecuado incluir algunas actividades en su rutina que lo relajen y lo ayuden a dormirse, como bañarlo, darle un masaje, alimentarlo, leerle un cuento o arrullarlo.
  • No dejes pasar las siestas diurnas: los bebés necesitan dormir un número de horas específicas para su pleno desarrollo, distribuidas entre el día y la noche. Deben hacer siestas, aún cuando no estén en casa pues, de lo contrario, no descansan lo suficiente y eso los pone de mal humor.
  • Detecta señales de sueño: si el bebé se frota los ojos, cara y orejas, bosteza, frunce el ceño y parpadea constantemente, entonces tiene sueño. Cuando detectes estas señales, o mejor aún, antes de que las muestre, deja de estimularlo y ayúdalo a dormirse. Esto es necesario para evitar las consecuencias del sobrecansancio durante el día.
  • Elige la ropa adecuada: algunas prendas de vestir pueden entorpecer la conciliación del sueño del bebé. Las prendas ajustadas, muy abrigadas cuando hay calor o muy ligeras cuando hace frio, le molestarán y harán que el bebé se enfade para dormir. De igual manera, revisa que no queden etiquetas, cordones o hilos en la ropa que rocen con la piel del bebé, o que se enreden en sus dedos y causen dolor.
  • Favorece un ambiente adecuado: elige un ambiente libre de ruidos, oscuro y que tenga una temperatura adecuada. Además, antes de acostarlo, evita la sobreestimulación, como el contacto con pantallas, luces blancas o mucho ruido a su alrededor.
  • Infórmate como es el sueño del bebé en cada etapa de su desarrollo: a lo largo de su desarrollo, el bebé pasa por varias regresiones de sueño, que afectan tanto la conciliación como la calidad del sueño. Conocerlas con detalle te permitirá lidiar con los síntomas del pequeño.
  • Transmítele seguridad: en ocasiones, el bebé solo quiere sentir que estás a su lado. Arrúllalo y tómate tu tiempo en dormirlo. Esto ayudará a que se relaje y concilie el sueño rápidamente.

Si quieres relajar a un bebé para que se duerma, atiende su llanto lo antes posible. Si llora durante más de 10 minutos, entonces, evalúa si tiene hambres, malestar cólicos, dolor (como ocurre con los malestares de dentición), o si tiene alguna molestia en el pañal.

A qué edad dejan de tener rabietas los bebés antes de dormir

Los bebés pueden experimentar rabietas a cualquier edad, incluso antes de dormir. Sin embargo, a medida que los bebés maduran y aprenden a comunicarse y a regular sus emociones, es posible que las rabietas disminuyan en frecuencia e intensidad. En general, los episodios de llanto en bebés antes de dormir suelen disminuir entre los 4 y 6 meses, sin embargo, si no se trata la causa, pueden perdurar hasta los 3 años.

En general, a partir de los 2 años de edad, los bebés comienzan a desarrollar habilidades emocionales y de comunicación más avanzadas, lo que puede ayudarles a expresar sus necesidades y emociones de manera más efectiva. A medida que se vuelven más independientes y seguros de sí mismos, es posible que las rabietas disminuyan en frecuencia y duración.

Es importante tener en cuenta que cada bebé es único y puede desarrollarse a su propio ritmo. Conocer el ritmo de sueño de tu bebé te ayudará a entender cuál es la causa de su rabieta antes de dormir. De esta forma, podrás implementar las medidas necesarias para calmarlo y lograr que se quede dormido en poco tiempo.

Si las rabietas antes de dormir persisten y afectan la calidad de vida del bebé y de la familia, es conveniente buscar ayuda de un profesional médico o un especialista en el desarrollo infantil.

Si deseas leer más artículos parecidos a Por qué mi bebé se enfada para dormir, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Cuidados del bebé.

Bibliografía
  • Cruz, I. (2018). Alteraciones del sueño infantil. Curso de Actualización Pediatría 2018. Madrid: Lúa Ediciones 3.0. p. 317-329.
  • Pin, G et al. (2011). El sueño en el primer año de vida: como lo enfocamos. Revista pediátrica de atención primaria. Vol. 20. pp. 101-111.