Por qué mi bebé respira por la boca y qué hacer

Por qué mi bebé respira por la boca y qué hacer

La nariz tiene la función de calentar, humidificar y filtrar el aire que respiramos. No obstante, si la nariz del niño o niña está tapada, no le quedará más remedio que respirar por la boca. Es aquí donde se presentan los problemas, ya que ese aire que ingresa directo a la boca está frío, seco y sucio y, de esta misma forma pasará a las vías respiratorias inferiores.

Si la nariz no realiza su función correctamente, las mucosas que recubren la garganta se secan e irritan y pueden ocasionar inflamación local, tos, dolor y reducción de la defensas, lo que conlleva la aparición de infecciones y otras consecuencias. En el siguiente artículo de paraBebés hablaremos acerca de por qué mi bebé respira por la boca y qué hacer.

Por qué mi bebé respira por la boca

¿Qué pasa si mi hijo/a respira por la boca? Lo normal es respirar por la nariz, que calienta y humedece el aire que respiramos para mantenernos saludables y mejorar nuestra salud respiratoria. A su vez, los vellos que recubren el interior de la nariz nos defienden de virus, bacterias, hongos o esporas que quieran ingresar en nuestro sistema respiratorio, disminuyendo así las infecciones.

Sin embargo, si los niños abren constantemente la boca para respirar significa que tienen una respiración bucal. Esta condición puede ser consecuencia de una congestión nasal, malos hábitos del niño o por la anatomía de la nariz. Este tipo de respiración produce cambios fisiológicos que pueden afectar al crecimiento y al adecuado desarrollo físico y mental.

Síntomas de respirar por la boca

Los síntomas más comunes que pueden presentarse en estos casos son:

  • Tos frecuente, incluso por la noche.
  • Dificultad para respirar.
  • Pausas respiratorias.
  • Sinusitis.
  • Otitis media.
  • Ronquidos nocturnos.
  • Cansancio.
  • Dificultades para deglutir.
  • Ojeras.

Qué pasa cuando un bebé respira por la boca

Cuando los bebés son respiradores bucales, pueden presentar los siguientes problemas:

  • Defectos en la postura y esqueléticos: la cabeza inclinada hacia atrás, los hombros inclinados hacia adelante o el pecho inclinado hacia adentro.
  • Deformación del rostro: en un mecanismo inconsciente para facilitar y aumentar el flujo de aire por la boca, la cabeza del bebé permanece constantemente hacia atrás, lo que provoca diversas deformaciones en los músculos faciales, como resultado de esto la forma de la cara se vuelve más alargada y plana, la nariz angosta, la barbilla se aisla, el paladar se estrecha y los dientes salen torcidos.
  • Aparición de ojeras como consecuencia de la mala oxigenación.
  • Problemas en la comunicación oral: respirar por la boca en vez de por la nariz también puede afectar a la correcta producción del lenguaje oral debido a posibles alteraciones en el desarrollo del paladar (que se estrecha y se hunde). Asimismo, al mantener la boca abierta, los labios pierden estabilidad y no cierran bien, lo que puede comportar dificultades para hablar.
  • Deformación de los dientes: La lengua se ubicará en una posición anormal, porque permanece apoyada del paladar e incluso entre los dientes, lo que, además de afectar al lenguaje, dará lugar al desarrollo de deformidades en los dientes.
  • Problemas para comer debido a la mala posición de la lengua.
  • Deglución irregular.
  • Inadecuada producción de saliva por mantener la boca abierta con frecuencia, lo que los hace propensos a sufrir de caries y mal aliento.
  • Es frecuente encontrar problemas relacionados con baja audición e infección de oídos (otitis).

Asimismo, cuando los bebés duermen con la boca abierta suelen roncar o tener episodios de apnea en los que deja de respirar como consecuencia de que el aire no pase adecuadamente por la vía aérea.

Estos factores afectan la adecuada oxigenación del cuerpo. Si los niños no se oxigenan adecuadamente y duermen mal, presentarán sueño durante el día, estarán cansados, de mal humor y tendrán dificultades para concentrarse, lo que repercutirá negativamente en su rendimiento escolar.

Qué hacer si mi bebé respira por la boca

Si sospechas que tu bebé respira por la boca y tiene alguno de los síntomas mencionados, lo más recomendable es acudir al pediatra para que lo evalúe y te aconseje sobre la vigilancia y tratamiento que debéis seguir para prevenir complicaciones futuras de salud. Del mismo modo, también será crucial acudir a un fisioterapeuta especializado en fisioterapia respiratoria pediátrica.

Seguidamente, te mostramos otros especialistas a los que deberías acudir si tu bebé respira por la boca:

Otorrinolaringólogo

Un otorrinolaringólogo es un especialista de las enfermedades de la nariz, oído y garganta que puede examinar al niño para descartar si la obstrucción de las vías respiratorias se debe a amígdalas agrandadas, adenoides o a cualquier otro tipo de problema que esté causando dificultad para respirar por la nariz.

Por otra parte, aunque en los primeros años del bebé es desaconsejable, más adelante este especialista también podrá recomendar una cirugía que facilite el paso de aire.

Logopeda

El logopeda también asume un rol importante a la hora de tratar la respiración bucal, ya que estos especialistas se enfocan en los problemas relacionados con el habla, lengua, expresión facial, voz y audición. Asimismo, también le enseñará a hacer correctamente las funciones vitales del cuerpo, como respirar, comer y tragar.

Ortodoncista

Es un odontólogo especializado que se encargará de resolver los problemas relacionados con la posición incorrecta de los dientes y defectos en los maxilares, así como trabajar las dificultades de la articulación de la mandíbula que se puedan presentar.

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Bibliografía
  • Belmont-Laguna, Francisco; Godina-Hernández, Gabriela; Ceballos-Hernández, Hilda El papel del pediatra ante el síndrome de respiración bucal Acta Pediátrica de México, vol. 29, núm. 1, enero-febrero, 2008, pp. 3-8 Instituto Nacional de Pediatría Distrito Federal, México