Salud infantil

Por qué hay niños que parecen autistas pero no lo son

 
Lorena García Vega
Por Lorena García Vega. 27 enero 2021
Por qué hay niños que parecen autistas pero no lo son

El desarrollo humano es totalmente diferente de unas personas a otras. Nos podemos regir por patrones, ritmos o comportamientos generalizados para desarrollar valoraciones e interpretaciones.

Cuando un niño o niña presenta rasgos característicos de algún trastorno o síndrome puede activar las alarmas de los adultos que forman parte de la vida del menor. Ante una situación de este tipo, siempre hay que consultar con un pediatra y/o un especialista, quien de forma rigurosa y tras la recogida de suficiente información, pueda elaborar un diagnóstico y determinar una posible intervención. En este artículo de paraBebés, os contamos por qué hay niños que parecen autistas pero no lo son.

Índice

  1. ¿Qué es el Trastorno de Espectro Autista?
  2. La complejidad del diagnóstico
  3. Trastornos que pueden confundirse con el TEA
  4. Intervención temprana

¿Qué es el Trastorno de Espectro Autista?

¿Qué es el autismo? La confederación de autismo de España define el TEA como un trastorno de origen neurobiológico que afecta a la configuración del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral, dando lugar a dificultades en dos áreas principalmente: la comunicación e interacción social y la flexibilidad del pensamiento y de la conducta.

Los niños diagnosticados con TEA, suelen presentar dificultades sobre el desarrollo de habilidades sociales y comunicativas, en cuanto a la expresión y recepción de mensajes. Esto puede verse afectado en cuanto a su conducta y la forma de relacionarse con el entorno.

Comparte varios rasgos similares con otros trastornos que pueden originar, según la edad que tenga el niño o la niña, diagnósticos erróneos. En este artículo, verás cuáles son los síntomas de autismo en niños de 2 y 3 años.

La complejidad del diagnóstico

¿Por qué hay niños que parecen autistas pero no lo son? Para responder a ello hay que tener en cuenta que hay las siguientes dificultades a la hora de establecer un diagnóstico del Trastorno del Espectro Autista:

  • Conducta humana: es un tema muy complejo de terminar, puesto que intervienen diferentes factores tanto genéticos como ambientales que dificultan su estudio.
  • La edad: cuando hay una sospecha de que un niño pueda ser TEA, la valoración y posterior diagnóstico suele realizarse a edades muy tempranas, teniendo en cuenta que se trabaja con menores que se encuentran en constante crecimiento y en pleno desarrollo.
  • Evaluaciones: el diagnóstico es fruto de una serie de evaluaciones que se le hacen al niño o a la niña de forma puntual. Estas evaluaciones para ser más rigurosas, en cuanto a su diagnóstico, deberían ser longitudinales en el tiempo y abarcar un mayor tramo de edad.
  • Conocimiento sobre el TEA: todavía el Trastorno del Espectro Autista es un tema que requiere más estudio y conocimiento. Al compartir similitudes con otros trastornos se puede confundir con otros y no dar un diagnóstico acertado.

En este artículo encontrarás información sobre cómo detectar el autismo en niños.

Trastornos que pueden confundirse con el TEA

En ocasiones, hay niños que parecen autistas pero no lo son. El autismo se manifiesta con unos rasgos que comparten otros trastornos, dando visiblemente la sensación de que el menor pueda ser autista cuando quizá se deba a otras causas. El profesional sanitario es el responsable de determinar el diagnóstico. A continuación, algunos posibles trastornos que pueden confundirse con falsos casos de autismo:

  • Trastorno Específico del Lenguaje: se caracteriza porque el niño o la niña, llegada a una edad, no ha comenzado a comunicarse. Esto puede dar pie a una confusión con el TEA. Aun así, más allá de las posibilidades comunicativas, hay un rasgo que lo diferencia de los niños con TEA. Concretamente, no tiene por qué presentar dificultades relacionadas con las habilidades sociales ni con la presencia de estereotipias, muy características en niños TEA.
  • Trastorno de Ansiedad Social: son dificultades que presenta el pequeño o la pequeña para expresar lo que siente. Esto conlleva un exceso de ansiedad o carga emocional en edades muy tempranas que impiden que desarrolle su competencia comunicativa con normalidad. Si el diagnóstico se hace cuando el niño o la niña es muy pequeño, pueden surgir errores. Aun así, una vez se gestiona la ansiedad del menor, este comienza a reactivar el área comunicativa que ha permanecido bloqueada.
  • Trastorno del Desarrollo Intelectual: bajo Cociente Intelectual. Este rasgo se asocia al TEL, ya que puede ir acompañado de un retraso del lenguaje. No obstante, el diagnóstico puede ser dual, es decir, Trastorno del Espectro Autista con Trastorno del Desarrollo Intelectual.
  • Regresiones secundarias o encefalopatías epilépticas: como es el Síndrome de Landau- Kleffner o el Estatus Epiléptico Punta Onda Continua que se produce durante el sueño lento y que presenta regresiones sobre todo en el lenguaje. Lo que les diferencia es que en casos de autismo las regresiones suelen suceder alrededor del segundo año de vida. En cambio, las regresiones de encefalopatías aparecen sobre los 4 años, siendo muy raro que se produzcan antes de los 3 años.
  • Mutismo selectivo: restricción moderada o severa de la comunicación en contextos sociales. El niño o la niña puede adoptar otras formas de comunicación no verbal.
  • TDAH: se habla de hiperactividad e impulsividad como rasgos característicos del TDAH. Aun así, también se le añaden las disfunciones sociales que pueden alterar la aparición del lenguaje. Hay niños con TEA que se les diagnostica de TDAH y viceversa.

Intervención temprana

Cuando un niño tiene 2 o 3 años es difícil poder diagnosticar con rotundidad un caso de Trastorno del Espectro Autista, ya que está en pleno desarrollo del lenguaje y habrá que esperar y adaptarse a su ritmo. En este artículo, respondemos a por qué un niño de 3 años no habla nada.

Sin embargo, observar y valorar algunos rasgos y conductas, especialmente cuando el niño no tiene intención comunicativa, es clave. Si se aplica una intervención temprana, se pueden evitar consecuencias futuras o agravar el trastorno. La intervención temprana también ha beneficiado a los niños o niñas que han sido diagnosticados por error cuando era muy pequeños o pequeñas.

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Bibliografía
  • Confederación Autismo España. Sobre el TEA. Recuperado de: http://www.autismo.org.es/sobre-los-TEA

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