Placenta posterior: qué es, consecuencias y cómo prevenirla

Placenta posterior: qué es, consecuencias y cómo prevenirla

La placenta es un órgano vital dentro de la gestación que permite que el bebé se oxigene y nutra durante los 9 meses que está dentro del vientre materno. Se encuentra localizada dentro del útero y su ubicación es importante, pues dependiendo de esta, se pueden presentar algunas complicaciones, especialmente durante el parto.

Pero, ¿ a qué se refiere el termino de placenta posterior? En este artículo de paraBebés hablaremos de la placenta posterior: qué es, consecuencias y cómo prevenirla. Descubre la diferencia entre la placenta anterior y posterior, los tipos de placenta posterior y las complicaciones que pueden surgir en el embarazo debido a la placenta posterior.

Qué significa la placenta posterior

La placenta es un órgano transitorio, es decir, se forma durante la gestación con el bebé y se expulsa minutos después del nacimiento. Su función es primordial, pues mantiene conectado al bebé con la madre, suministrándole oxígeno y nutrientes necesarios para su formación y crecimiento a través de la circulación materno fetal.

Así mismo, la placenta también es la encargada de eliminar los desechos de la sangre del bebé. Este órgano se fija en cualquier parte de la pared del útero y, dependiendo de la ubicación donde lo haga, nacen algunos términos, entre los que destaca la placenta anterior o posterior.

Qué es la placenta anterior o posterior

Hablamos de placenta posterior cuando este órgano se ubica en la parte posterior del útero, es decir, hacia el lado de la espalda y la columna vertebral. La placenta posterior no afecta la formación ni el desarrollo del bebé, por lo que se le considera una placenta normal.

Por su parte, la placenta anterior se ubica hacia la cara del ombligoy se diferencia en algunos puntos de la placenta posterior. La diferencia más relevante es que en la posterior se sienten los movimientos del bebé con mayor intensidad y antes de lo estimado,

Una placenta posterior no es un aspecto preocupante, a menos que el ginecólogo confirme que se trata de placenta posterior es de inserción baja o que tiene alguna característica especifica que puede traer complicaciones en el momento del parto.

Tipos de placenta posterior

La placenta posterior puede estar ubicada a la derecha o la izquierda. Veamos los distintos tipos de placenta posterior:

  • Placenta posterior de inserción alta: si la placenta está en la parte posterior pero lejos del cuello uterino.
  • Placenta posterior de inserción baja: también llamada placenta posterior marginal, es cuando la placenta se inserta cerca del cuello uterino, pudiendo influir en el descenso del bebé durante el parto. Eso sí, no al punto de la placenta previa total, una afección donde la placenta ocupa todo el orificio del cuello uterino, obstaculizando totalmente el paso del bebé en el momento del parto.

Qué consecuencias puede tener la placenta posterior

Por lo general, una placenta posterior no trae riesgos para el embarazo ni para el bebé, sin embargo, en muy pocos casos puede estar relacionado con las diferentes afecciones. Veamos cuáles son los riesgos de la placenta posterior:

  • En ocasiones, el flujo de sangre en la parte posterior del útero puede ser menos eficiente debido a que la pared es más larga y gruesa, lo que puede aumentar la posibilidad de un parto prematuro, aunque esto no está comprobado científicamente.
  • Una placenta posterior de inserción baja puede complicar la dilatación del cuello uterino en el trabajo de parto o, en casos más complicados, impedir el paso del bebé por el canal del parto.
  • La a placenta posterior baja se relaciona con un mayor riesgo de aborto espontáneo, preeclampsia o presión arterial alta durante el embarazo, claro está, si hay otras condiciones que lo provoquen.

Hay que destacar que cuando la placenta posterior hace que el bebé este mas cómodo y se mueva con facilidad en el canal del parto. Rara vez se observan complicaciones en placentas posteriores.

Cómo prevenir la placenta posterior

El lugar donde la placenta se ubique no se puede prevenir, sin embargo, los problemas derivados de la placenta se pueden evitar fomentando medidas saludables desde la preconcepción y durante toda la gestación. Así pues, te contamos cómo prevenir las posibles riesgos de la placenta posterior:

  • Consulta a un/ ginecólogo/a: si deseas quedarte embarazada, acude a una consulta preconcepcional para que te guíen acerca del estado de tu útero, además te indicará algunas medidas y complementos nutricionales necesarios para el bienestar de tu sistema reproductor.
  • Mantén una alimentación sana y balanceada.
  • Realiza ejercicios de bajo impacto: como yoga, pilates, natación.
  • Mantén un control médico periódico: si padeces de afecciones de salud, como anemia, hipertensión arterial u otra enfermedad crónica.es recomendable hacer controles periódicos.
  • Evita hábitos dañinos: como el tabaquismo y el consumo de alcohol.

Un parto natural es posible con una placenta posterior, pero es muy importante que acudas a los controles prenatales para conocer la ubicación de la placenta. Por lo general, esta se conoce durante una exploración morfológica después de 20 semanas de embarazo.

La placenta puede moverse a lo largo de la gestación, por lo que debes ser consecuente con tus controles, sobre todo en la semana 32 de embarazo. Esto servirá de guía al especialista para informarte sobre posibles complicaciones y si es necesario una cesárea.

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Bibliografía
  • Ministerio de Salud Pública del Ecuador (2017) Anomalías de inserción placentaria y vasos sanguíneos fetales. Guía de Práctica Clínica. Primera edición. Quito: Dirección Nacional de Normatización- MSP; 2017.
  • Shumaila, Z. (2013). Placental location and pregnancy outcome. J Turk Ger Gynecol Assoc. 2013; 14(4): 190–193.