Parto en movimiento: qué es, ejercicios y beneficios

El parto en movimiento es aquel en el que la mujer parturienta se encuentra totalmente conectada con el proceso fisiológico que está sucediendo en su cuerpo y, en sintonía con su bebé, va realizando aquellos movimientos que siente son necesarios para que el proceso de parto siga avanzando adecuadamente. Esta situación surge del respeto absoluto depositado en la sabiduría del cuerpo de la mujer, que ha sido dotado fisiológicamente con los medios y recursos necesarios para, acompañada debidamente, atravesar junto con su hijo el proceso de parto-nacimiento.

Un libro actual de referencia para entender y acompañar correctamente este proceso es Parir en movimiento, de Blandine Calais-Germaine y Nuria Vives. Se trata de un libro en donde se expone de manera detallada toda una metodología sobre como se desarrolla este tipo de parto y los movimientos de la pelvis que lo favorecen. La obra es resultado de la su práctica profesional en la atención al parto durante 24 años y se constituye como una herramienta fundamental para los sanitarios interesados en favorecer el parto fisiológico y natural.

En el siguiente artículo, hablamos de los 11 tipos de parto y sus características.

En el libro de Blandine Calais-Germaine y Nuria Vives, se exponen los movimientos pélvicos que favorecen el parto natural. Explican cómo la pelvis se modifica durante el proceso de parto, por lo que la postura más conveniente para cada momento vendrá determinada por el momento mismo del parto en el que se encuentre la mujer.

¿Qué pasa con la pelvis en el parto? Los movimientos de la pelvis durante el parto se llaman nutación y contranutación. Son los movimientos que hace el sacro respecto al ilíaco (la pelivs), es decir, en la articulación sacroilíaca. La contranutación se da especialmente durante la fase de dilatación, para que el bebé se encaje. Cuando el bebé está en el estrecho inferior, el movimiento pélvico importante es la nutación, que se da durante la fase expulsiva. En el sigueinte artículo explicamos las fases del parto y sus características.

De manera muy general (recomendamos la lectura detallada del manual para una comprensión profunda del proceso), se exponen las siguientes posturas como favorecedoras de los diferentes momentos del parto:

• La posición acostada sobre la espalda, posición generalizada en la mayoría de hospitales, no resulta recomendable por resultar contraria a las necesidades de movilidad corporal para favorecer el parto.
• La posición acostada de lado, permite descansar a la mujer y, a la vez, no supone un obstáculo para la movilidad pélvica natural.
• La posición sentada, si se realiza correctamente y con los descansos pertinente, resulta una posición idónea para el proceso de dilatación del parto.
• La posición sobre las rodillas, si bien no es la más práctica para el profesional, es de las más convenientes para que la pelvis se adapte al bebé durante la fase final del expulsivo.
• La posición de pie, es agotadora para la madre pero, igual que la anterior, muy recomendable para la última fase del expulsivo.
• La posición en cuclillas, igualmente recomendable para el último momento del expulsivo, al favorecer los movimientos del bebé para nacer.

El trabajo de parto en movimiento supone, como hemos dicho, favorecer el parto fisiológico con todos los beneficios que tanto para la madre como para bebé supone tener este tipo de experiencia. Vemos los beneficios de parir en movimiento:

• Realizar las posiciones corporales que son más adecuadas para cada momento del proceso de parto.
• Utilizar la propia respiración y ciertos movimientos pélvicos como principales aliados para acompañar las contracciones de parto, todo el proceso de parto y el expulsivo final. Aqui explicamos Cómo respirar en el parto.
• Aumentar la confianza en el propio cuerpo como instrumento dotado biológicamente para parir.
• Conectarse con el propio cuerpo para conectarse con el bebé y con sus necesidades en su proceso de nacimiento.
• Favorecer el parto natural o fisiológico consciente y vivirlo plenamente.

Este tipo de parto, en tanto que es el parto biológicamente predeterminado para la especie mamífera, y por ello, para la especie humana, constituye una pequeña parte dentro del contínuum que supone la crianza y cuidado de las crías/hijos. El parto fisiológico supone el paso previo, junto con los 9 meses de embarazo, para preparar a madre y bebé para la venida al mundo del bebé y la asunción del nuevo rol de madre. Este modo de parir/nacer junto con la posterior lactancia natural, favorecerá el necesario proceso de creación del vínculo primario entre ambos, como garantía determinante de una maternidad satisfactoria para la madre y del posterior proceso de desarrollo y adaptación física, psicológica y social del bebé a su medio.

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