Padres autoritarios: características y consecuencias para sus hijos

Padres autoritarios: características y consecuencias para sus hijos

Los padres autoritarios eran vistos como la norma necesaria en una familia décadas atrás. No obstante, desde diversas disciplinas científicas comportamentales como la psicología se han mostrado estos estilos educativos como patrones parentales disruptivos para el desarrollo de los hijos en la mayoría de los casos. Las consecuencias que genera este tipo de crianza en los niños son negativas tanto a nivel de desarrollo físico como psicológico, cognitivo y emocional.

En el siguiente artículo de paraBebés vamos a explicar con un poco más de detalle los estilos educativos que existen y, centrándonos en el estilo autoritario, expondremos las características de los padres autoritarios y las consecuencias que generan en los hijos/as. También ofreceremos recomendaciones para lidiar con padres con este estilo educativo.

Tipos de padres y madres

Al hablar de tipos de padres y madres hacemos referencia a los estilos educativos que utilizan en la crianza de sus hijos. El estilo educativo que adopte cada padre/madre vendrá determinado por varios factores como son: el propio estilo de crianza con el que fueron criados, su personalidad, maduración y experiencia de vida y el ambiente social y cultural en el que viven.

En función de esto, en cada familia, los padres adoptan uno, o combinación de varios, estilos educativos en función de los cuales los hijos se desarrollarán en una u otra dirección ya que el estilo educativo parental condiciona, en gran medida, las bases primigenias de seguridad y confianza de los hijos sobre las que se asentará su posterior desarrollo y proyecto vital.

Desde la psicología, se diferencian cuatro tipos de padres/madres o estilos educativos, que se diferenciarán en función del tipo de control ejercido sobre sus hijos, el nivel de comunicación que existe entre los miembros de la familia y el grado de afecto mostrado en sus interacciones diarias:

  1. Estilo autoritario: impone normas rígidas según un criterio propio, poco empático, utiliza la comunicación unidireccional y es poco afectuoso.
  2. Estilo democrático: establece las normas claras contando con la opinión de los hijos, empático y asertivo y hace uso de expresiones afectivas acorde a las situaciones.
  3. Estilo permisivo: no es capaz de determinar normas claras, confundiendo el establecimiento necesario de límites con el respeto a la libertad de sus hijos, comunicación poco asertiva y pueden llegar a ser sobre protectores, con respecto al afecto mostrado hacia sus hijos.
  4. Estilo indulgente: se caracteriza por mostrar un grado generalizado de indiferencia y ausencia de responsabilidad en cuanto a la crianza de los hijos. Ni establece normas, ni es comunicativo, ni muestra ningún tipo de afecto.

Características de los padres y madres autoritarios/as con ejemplos

Cada estilo educativo paternal, como hemos comentado, es resultado de la combinación del estilo de crianza en el que el padre o madre en cuestión han sido educados, su personalidad y la situación social y cultural en la que viven. Con respecto al estilo educativo autoritario, el sistema patriarcal en el que vivimos la mayor parte de la sociedades occidentales constituye la base de este estilo educativo según el cual el fuerte domina al débil.

  • Los padres y madres que hacen uso de este modo de crianza suelen ser personas que han sido bastante censurados y limitados en su infancia y han interiorizado y normalizado este tipo de relación como el medio de interacción con las personas, especialmente en la relación con sus hijos.
  • Resultado de estas crianzas autoritarias y poco democráticas son, igualmente, personas inflexibles, rígidas y con muy poca empatía y habilidades sociales.
  • Con respecto a la educación y crianza de los hijos, consideran que las decisiones y la última palabra la tienen los padres en tanto que poseen el conocimiento y experiencia, por lo que no suelen tener en cuenta las opiniones ni sentimientos de sus hijos.
  • Por este motivo, unido al hecho de que normalmente suelen poseer escasas habilidades de gestión emocional, consideran el castigo físico y la violencia verbal como medios necesarios y "lógicos" para imponer sus límites.
  • Suelen ser personas muy poco afectuosas y no reconocen sus errores.

Algunos ejemplos de conductas y expresiones regidas por este tipo de estilo educativo son:

  • "Porque lo digo yo", "No y punto", "En esta casa mando yo", etc.
  • Ante una situación conflictiva de sus hijos, pegan o riñen directamente, haciendo que pidan perdón por su comportamiento sin apenas interesarse por lo que ha ocurrido o qué motivo ha podido llevar a sus hijos a actuar así.
  • Deciden sus actos familiares según sus propios intereses personales y los imponen, respondiendo negativamente ante cualquier propuesta alternativa.
  • No son capaces de entender los ritmos, tiempos e intereses de sus hijos, exigiendo la respuesta inmediata ante sus peticiones y recriminando cualquier demora.

Como hemos comentado, debido al patriarcado, existen manifestaciones de este estilo educativo en un gran número de familias. En este caso, se trata de patrones culturales transmitidos generacionalmente resultado de sociedades previas autoritarias y rígidas. En estos casos, es posible que este estilo educativo no sea el habitual, solo se dan pequeñas manifestaciones autoritarias interiorizadas e integradas culturalmente. Como podemos ver en el primer ejemplo expresiones típicas de estilo autoritario.

Consecuencias del estilo educativo autoritario con ejemplos

Excepto el estilo democrático, el resto de estilos parentales (indulgente, permisivo y autoritario) suponen modos de crianza que generan grandes perjuicios sobre los hijos que son educados en estos ambientes. Teniendo en cuenta que la crianza familiar establece las principales bases de seguridad y confianza sobre las que se construirá la personalidad adulta de los niños, las educaciones intransigentes, sobre-protectoras o ausentes transmiten mensajes negativos, incapacitantes e inconsistentes dando lugar a personalidades frágiles y con poca confianza en la vida.

En concreto, el estilo parental autoritario, provoca en los niños:

  • Baja autoestima.
  • Escasa motivación hacia el logro.
  • Sumisión o, por el contrario, rebelión y agresividad.
  • Escasas habilidades sociales.
  • Inhabilidad en la gestión emocional.
  • Adopción del estilo autoritario como modo de relación conyugal y familiar en su propia familia.

Consecuencias del padre autoritario y la madre permisiva

A lo largo de las últimas décadas, resultado del momento socio-cultural vivido en la mayor parte de mundo, ha sido bastante frecuente la combinación, en una misma familia, del padre autoritario y la madre permisiva. Quizás esta representación de roles famliares derive de su origen en civilizaciones más antiguas en donde el padre representa los valores masculinos de decisión, acción, autoridad y la madre representa los valores femeninos de cuidado, protección y emocionalidad.

Si bien, en origen, estos funcionamientos eran equilibrados y respetuosos. El hecho de que los roles estuviesen muy marcados no significaba que ninguno de ambos estuviese por encima del otro. Ambos estaban bien diferenciados y ambos constituían una función básica en el desarrollo de los hijos, de sus familias y de sus sociedades.

Ha sido el sistema patriarcal, sistema que ha sobre-exaltado y distorsionado los valores masculinos (sustituyendo valores positivos como la acción y la fuerza por la lucha y el poder) y ha invisibilizado la importancia de los valores femeninos (el cuidado de los hijos y la transmisión de valores humanos a nivel social) lo que ha degenerado en la combinación de un estilo paterno autoritario, en donde el hombre está por encima de la mujer, junto con un estilo materno permisivo, en el que la mujer es poca cosa más que la que cuida la casa y sobre-protege a sus hijos.

La combinación de estos dos estilos educativos poco bien han hecho en los hijos de estas familias:

  • Como consecuencia del estilo autoritario, estos niños se han convertido en personas con inseguridad, con una gran frustración de sus necesidades más básicas que les vuelve personas rencorosas y que, por ello, adoptan respuestas de evitación o ataque ante posibles situaciones conflictivas.
  • Por otro lado, como consecuencia del estilo permisivo de su madre, se tornan niños con escasa motivación de logro y sin confianza en sus propios recursos y capacidades.

Cómo lidiar con un padre o madre autoritario/a

Para cualquier niño, no resulta nada sencillo lidiar con padres o madres que poseen cualquier estilo educativo ajeno al democrático, que sería el estilo de crianza deseable en todos los casos para favorecer el crecimiento y desarrollo de personas sanas y equilibradas que constituyesen sociedades respetuosas y más justas. No resulta nada fácil porque los niños inconscientemente entienden que sus padres son los modelos de los que tienen que aprender los aspectos más importantes de la vida.

Cuando los padres mantienen estilos agresivos (o permisivos o indulgentes) los niños sienten malestar en su interior pero no son capaces de identificar que el error, en muchos casos, está en la conducta de sus padres y lo atribuyen a errores propios. Es por ello muy importante que en los casos de menores de edades tempranas sea el entorno cercano el que intervenga para mejorar la situación de crianza de los hijos en la medida que se pueda:

  • Dar otro ejemplo. Ofreciendo modelos de conducta más democráticos que sirvan a los niños como opciones alternativas de modelado para su propia construcción personal.
  • Informar y aconsejar. Asesorando (desde la escuela o familia) a los padres y, en la medida de lo posible, interviniendo en el medio familiar para ir modificando patrones de conducta no adecuados
  • Pedir ayuda. Solicitando, desde el núcleo familiar, ayudas de los servicios sociales y recursos psicológicos que les permitan re-estructurar su situación familiar.
  • Trabajar individualmente con los niños para deshacer las secuelas que puedan estar generando este tipo de patrón familiar y ofrecer una explicación justa y real de lo que están viviendo. Eso les permitirá crear un concepto más certero sobre sí mismos y sobre cómo se pueden relacionar las personas y que les libre del sentimiento de culpa que muchas veces se crea en los hijos de estas familias.

En el caso de adolescentes o chicos más jóvenes, en tanto que pueden empezar a tomar conciencia de la situación, es importante trabajar directamente con ellos, haciendo hincapié en que sus padres pueden cambiar o no pero que ellos sí que pueden elegir tomar otro camino. Para ello, será necesario de nuevo re-construir todos sus esquemas mentales internos sobre quiénes son, cómo pueden relacionarse con los demás y cómo funciona el mundo, ofreciéndoles alternativas más respetuosas y que les permitan ver sus virtudes y potenciales junto con los de los demás.

Aunque se trata, en muchas ocasiones de situaciones difíciles, con baja probabilidad de cambio en el estilo paterno y con grandes obstáculos para acceder a opciones reales de intervención en las familias, no debemos desistir ya que se trata de salvar la vida de muchos niños de futuros inciertos y poco alentadores.

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Bibliografía
  • García Bueno, M.P. (2018). Estilos educativos parentales. Gabinete de orientación infantil Colegio Villalkor.
  • Guerrero, L. (2019). Los estilos parentales y cómo se manifiestan en el aula. Ciudadanía y convivencia. Eduforics.
  • Henao López, G.C. y cols. (2007). Las prácticas educativas familiares como facilitadoras del proceso de desarrollo en el niño y la niña. AGO. USB Medellin-Colombia. V7, nº2, Pag.199-385.