Mocos en bebés: cuándo preocuparse y cómo aliviarlos

Mocos en bebés: cuándo preocuparse y cómo aliviarlos

La presencia de mocos en bebés es una condición bastante común. Algunos padres se preocupan cuando producen gran cantidad o cuando son frecuentes. La explicación obedece a varios factores, pero fundamentalmente es un mecanismo de defensa del organismo para atacar y controlar los diversos virus, bacterias y sustancias que están en el ambiente y entran en las vías respiratorias cuando respiran.

Las mucosidades no son en sí una enfermedad. De hecho, no son motivo de preocupación hasta cierto punto y es importante aprender a identificar cuándo hay que preocuparse. En este artículo de paraBebés, te hablaremos acerca de mocos en bebés: cuándo preocuparse y cómo aliviarlos.

Los mocos en bebés

Cuando hablamos de mocos, nos referimos a las secreciones que se producen debido a la inflamación que existe en las vías respiratorias, principalmente en la nariz. No necesariamente se debe a un resfriado. Los mocos son un mecanismo de defensa del cuerpo contra agentes extraños que entran por la nariz. Así pues, el cuerpo utiliza el moco para proteger las vías respiratorias y deshacerse de esas partículas que están causando irritación.

También existen otras causas como son los virus y las bacterias que producen resfriados. La producción de moco permite controlar que no se diseminen, así como limpiar y exponer las partículas al exterior del organismo.

Al principio las secreciones son blanquecinas y la consistencia es similar a la del agua. Posteriormente, se van haciendo cada vez más espesas y su color puede ser amarillo o verde, dependiendo del agente que los está causando. Cuando son muy constantes, los padres se preocupan y se alarman al no saber si es normal y qué pueden hacer para aliviarlos.

Cuánto duran los mocos en bebés

La verdad es que los bebés pueden padecer resfriados con mocos de 6 a 8 veces en el transcurso del año que desaparecen sin ningún tratamiento. Los episodios aparecen con más frecuencia cuando van a la guardería y disminuyen conforme el niño va creciendo. Se recomienda tratarlos cuando los mocos les están generando molestias o dificultades.

Cuándo preocuparse por los mocos en bebés

Cuando la producción de mocos es excesiva pueden depositarse en los senos paranasales y en los oídos, causando molestias mayores- Cuando los mocos se espesan atraen bacterias que pueden desarrollar sinusitis o otitis, entre otras complicaciones. Los padres deben preocuparse por los mocos en bebés en los siguientes casos:

  • Los bebés respiran con dificultad. Descubre por qué tu bebé respira agitado cuando duerme y qué hacer.
  • Los bebés no comen adecuadamente.
  • Duermen mal o se muestran inquietos durante la noche.
  • Están irritables y con llanto constante.
  • Presentan fiebre durante más de 3 días seguidos.
  • Decaimiento y sin fuerza.
  • Síntomas de dolor de oídos o de garganta.
  • Lloran al tragar.
  • La tos les produce vómitos.
  • Si el color de los mocos cambia a amarillos o verdes y tienen más de ocho días con ellos.

Cómo aliviar los mocos en bebés

La mejor forma de ayudar a los bebés cuando tienen mocos es aliviando los síntomas. En estos casos, para aliviar los mocos en bebés se recomienda lo siguiente:

  • Mantenerlos hidratados: ofrécele agua o zumos constantemente. Esto ayudará a que los mocos se vuelvan más fluidos y los expulsará más rápido. Esto también aliviará los signos de resequedad de la boca y la garganta y prevendrá la deshidratación. Descubre cómo aliviar el dolor de garganta en bebés.
  • Mantener un ambiente húmedo, bien ventilado y limpio. Evitar que el ambiente donde se encuentre el bebé sea seco. Si es posible, coloca humidificadores eléctricos para proporcionar la humedad adecuada. Los más útiles e higiénicos son los de ultrasonido porque producen vapor frío que resulta más sano.
  • No fumar en los sitios que estén los bebés. Si lo hace, la ropa debe cambiarse antes de cargarlos.

Consejos para quitar los mocos en bebés

Si te preguntas cómo quitar los mocos a un bebé, debes saber que existen remedios para ayudar a que salgan fácilmente. Para ello, te damos algunos consejos para lograrlo:

  • Realizar lavados nasales usando una jeringa y suero fisiológico: también existen en el mercado farmacéutico aplicadores de agua marina isotónica y estéril en un dispositivo listo para usar. Tiene la ventaja de ser más higiénico y cómodo de aplicar para el niño/a, ya que viene con las cantidades y presiones prefijadas. La desventaja es que son más costosos que el método de jeringa. Sin embargo, ambas acciones fluidifican las secreciones y se expulsan más rápido. En este artículo, te contamos más sobre cómo limpiar la nariz de un bebé.
  • El lavado nasal se realiza inclinando la cabeza del bebé levemente hacia atrás y de lado. A continuación, coloca la jeringa en uno de los orificios de la nariz y presiona de forma leve con dirección hacia arriba, para que el líquido pueda entrar y realizar el lavado de forma eficaz. Es fundamental que uses la cantidad adecuada para lograr la hidratación. Para bebés de 1 a 3 años use 2cc por cada fosa nasal y en niños de más de 3 años usa 5cc en cada fosa.
  • Realice el lavado nasal antes de las comidas y el descanso nocturno. Una vez que apliques el suero, espera 5 minutos para que realice su acción mucolítica. A continuación, puedes aspirar los mocos.
  • Aspirar los mocos es muy efectivo: puedes comprar una perilla de goma o un aspirador con cánula. Permiten retirar el contenido que esté en la nariz y hacerlo de forma precisa pero con suavidad.
  • Percutir la espalda para liberar los bronquios de secreciones: coloca la mano cóncava o en forma de “C” invertida y dale golpecitos suaves en la espalda del bebé. Procura hacerlo si ha comido para evitar episodios de vómito.
  • Realizar movimientos vibratorios en la espalda o el tórax del bebé: puedes utilizar los dedos índice y medio o un cepillo de dientes eléctrico con cerdas suaves.
  • No dale grandes cantidades de comida: hay que estar al tanto de que el bebé coma suficiente varias veces al día. Nunca le obligues a comer más de lo que tolera.
  • Si el bebé presenta fiebre o malestar general, administre paracetamol o cualquier analgésico en las dosis que su profesional sanitario le indique.
  • Generalmente si es un resfriado o catarro, no se recomienda el uso de antibióticos. Si el estado de salud empeora, debe ser evaluado por un profesional sanitario de inmediato.

En este artículo, encontrarás más información sobre cómo sacarle los mocos a un bebé.

Cómo prevenir los mocos en bebés

Los resfriados se transmiten por contacto directo con mocos, tos, estornudos u objetos infectados con saliva. Sobrevive en las manos hasta por 2 horas y en superficies por varios días. Es por esto que las mejores formas de prevenir los mocos en bebés son las siguientes:

  • Lavado de manos continuo de los cuidadores y de los niños.
  • Evitar el contacto cercano con personas infectadas.
  • Evitar que los niños se lleven objetos a la boca, sobre todo si han sido manipulados por otros niños con mucosidad.

Existen muchos tipos de virus y los bebés siempre estarán expuestos a ellos hasta que no desarrollen una adecuada defensa por medio de su sistema inmunitario. Los riesgos de presentar mucosidad, catarros o resfriados es bastante alto. Para ayudarlos hay que observar que no se compliquen los cuadros y mantenerlos alejados de ambientes contaminantes.

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Bibliografía
  • J. de la Flor i Brú. (2017). Infecciones de vías respiratorias altas-1: resfriado común. Pediatr Integral XXI (6): 377–398.
  • Rodríguez H, Cuesta G, Rodríguez M, Rodríguez J. Algoritmo para el manejo de la obstrucción nasal en neonatos y lactantes. Arch Argent Pediatr. Pediatría práctica 2016, 114(5):477-484.