Mi hijo me rechaza: por qué y qué hacer

Mi hijo me rechaza: por qué y qué hacer

El vínculo entre la madre y su hijo comienza desde que este está en el vientre, fortaleciéndose con el paso del tiempo. En ocasiones, las madres pueden sentirse rechazadas por su bebé si este responde de manera diferente a lo esperado por ellas. Generalmente, ocurre cuando los hijos disfrutan la presencia de otro ser querido.

En este artículo de paraBebés, hablaremos sobre la situación en que mi hijo me rechaza: por qué y qué hacer. Te contaremos si es normal que te sientas rechazada por tu hijo y las principales causas por la que esto puede ocurrir. Además, te recomendaremos técnicas que permiten mejorar el vínculo afectivo y la relación con tu pequeño o pequeña.

Siento que mi hijo me rechaza, ¿es normal?

Entender la manera de expresarse de tu hijo/a no es una tarea fácil. Requiere mucha paciencia y de observación, detectando que puede estar causando que tu hijo te esté rechazando, o, mejor dicho, que te esté expresando que algo lo incomoda.

En este sentido, los hijos pueden rechazar temporalmente a la madre si sienten que sus necesidades no están cubiertas, como sucede cuando sienten hambre, sienten algún malestar y dolor moderado o tienen malas experiencias.

Es normal que, bajo estas condiciones, puedas sentir que tu hijo te rechaza. Además, es muy importante destacar que durante sus primeros meses y años de vida, podemos estar más susceptibles a las actitudes tanto de nuestro pequeño como de nuestros familiares, pudiendo malinterpretar las formas de expresarse del menor.

Por qué mi hijo me rechaza

¿Cuándo los hijos rechazan a sus padres? Si sientes que tu hijo te rechaza, debes averiguar que está causando que el pequeño o la pequeña se esté expresando de esa manera. A continuación, se describen algunas de las posibles causas de tu hijo te rechace:

  • Dolor o malestar: si tiene algún malestar que lo incomoda, es probable que llore o simplemente este irritado/a.
  • Hambre: se debe comprobar si este rechazo se debe a que la necesidad de alimentación no esté siendo cubierta.
  • Distracciones: a partir de los 3 meses, el sistema nervioso de un bebé madura y su visualización comienza a mejorar. De ahí en adelante, el pequeño o la pequeña querrá explorar su entorno y si es interrumpido, mostrará rechazo a esta acción.
  • Separación de la madre: si la madre va al trabajo y deja al hijo a cargo de otro cuidador, este comenzará a establecer un vínculo con ese cuidador pues notará que esta persona cubre sus necesidades afectivas. Esto hará que tienda a rechazar, o mejor dicho a no prioriza, a otras personas de su entorno. Es normal que esto ocurra, y más que rechazo, es una reacción de supervivencia del niño o la niña.
  • Experiencias desagradables: los pequeños y pequeñas pueden rechazar temporalmente a la madre si, mientras estaban juntos, sucede algún acontecimiento que los altere y sientan miedo. Por ejemplo, en el caso de que la madre grite cuando está con ellos/as o que se caigan al estar junto a ella. En este artículo encontrarás información sobre los miedos infantiles, tipos y cómo superarlos.

Qué hacer si mi hijo me rechaza

Si sientes que tu hijo te rechaza, debes fomentar el vínculo afectivo que permita acercarte y relacionarte con el pequeño o la pequeña. Si te preguntas, por qué mi hijo me rechaza, los siguientes consejos te serán de gran ayuda:

  • Carga a tu hijo/a: no temas que se malacostumbre. Los hijos/as que son acunados en los brazos de su madre con frecuencia crecen más seguros/as de sí mismos/as. Así pues, cárgalo y balancéalo. Esto tiene un efecto sedante y además, mejora su equilibrio y se sentirá mas protegido/a.
  • Háblale continuamente: conversa con tu hijo/a a tu bebé y cántale. Así sabrá que cuenta contigo en todo momento.
  • Hazle masajes: especialmente cuando se sienta inquieto. Así como los masajes nos relajan, también relajaran a tu hijo/a. Busca que el lugar sea agradable, tranquilo, con un clima agradable.
  • Dedica tu tiempo a estar con tu hijo/a: esto fortalece el vinculo afectivo. El pequeño o la pequeña siente todo lo que haces con amor y con conexión. Demuéstrale que estás ahí para lo que necesite.
  • Fomenta el contacto piel con piel: que sienta tu olor. Cuando son bebés, el olor es algo que tu hijo/a reconocerá, especialmente durante el primer mes. Más adelante, los abrazo y las caricias fomentarán un apego seguro con tu hijo. Descubre qué es el apego seguro, características, tipos y cómo fomentarlo.
  • Juega con tu hijo/a: haz que se divierta y relacione contigo por medio de las actividades lúdicas. Esto desarrollará su inteligencia y sus relaciones. Si necesitas ideas, en este artículo encontrarás diferentes juegos y actividades para niños en casa.

No es recomendable que forjes las reacciones de tu hijo/a. En la medida que pase el tiempo, él o ella irá respondiendo a tus mimos y caricias. Haz que se sienta protegido/a a tu lado y cubre sus necesidades física y afectivas.

Si sientes que su rechazo persiste en el tiempo, es conveniente que comentes esto con profesionales de salud del área. Si sientes que esto está afectando a tu maternidad, recuerda que durante los primeros años de vida del niño o niña es normal estar susceptibles a lo que acontezca alrededor.

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Bibliografía
  • Asociación española de pediatría (2013). Guía práctica para padres. Desde el nacimiento hasta los 3 años. España.
  • Programa de Salud Infantil y Adolescente de Andalucía (2014). Cómo establecer un buen apego. Recuperado de: https://si.easp.es/psiaa/wp-content/uploads/2014/07/cuidadores_apego.pdf