Mi bebé tiene muchos gases: por qué y qué hacer

Mi bebé tiene muchos gases: por qué y qué hacer

Al igual que los adultos, es normal que los bebés también tengan gases, que son acumulaciones de aire en nuestro tracto digestivo. Como bien sabemos, estos se eliminan a través de la boca en forma de eructo o a través del ano, pero hay bebés a los que les cuesta deshacerse de ellos más que a otros, produciéndoles molestias e incomodidad. Si además el niño es muy pequeño y tiene un llanto inconsolable, podemos encontrarnos ante el temido cólico del lactante.

En este artículo de paraBebés veremos por qué un bebé tiene gases y qué hacer para aliviarlos. También cómo saber si un bebé tiene gases y cómo evitarlos.

Cómo saber si mi bebé tiene gases

Los bebés no saben hablar para poder contarnos lo que les pasa o lo que necesitan a cada momento, pero sí se expresan de otras formas para hacernos saber que algo están demandando. Para saber si el pequeño tiene gases, podemos observar las siguientes señales:

  • Mantiene cerrados los puños.
  • Debido al esfuerzo realizado se le pone la cara colorada.
  • Dobla las piernas contra el abdomen o arquea la espalda (síntoma de que le molesta y le duele).
  • Llanto que tarda en cesar, con dificultad para tranquilizarse.
  • Irritabilidad.

En el sigueinte artículo encontrarás otras indicaciones para detectar los gases en un bebé.

Mi bebé tiene muchos gases y no puede dormir

Si notas que tu bebé puede tener gases y le cuesta conciliar o mantener el sueño y, además, tiene un llanto desesperado durante un tiempo prolongado (desde unos cuantos minutos hasta pasadas unas horas), puede que esté sufriendo el llamado cólico del lactante. Esto suele ocurrir sobre todo al final de la tarde y por la noche, repitiéndose como mínimo con la regla del tres:

  • 3 horas al día.
  • 3 días a la semana.
  • A lo largo de 3 semanas.

Si tu bebé tiene entre 15 días y 4 meses de vida y cumple lo anterior, es un niño sano y bien alimentado, necesitarás una buena dosis de paciencia para sobrellevar estos cólicos. Pero es importante saber, a pesar de la desesperación que puede provocar, que se trata de un trastorno benigno que cesará pasado un tiempo por sí solo, por lo general hasta los 4 meses.

Lo diferenciarás de los gases normales porque estos, aunque llore y se retuerza por la molestia y el dolor, una vez que el niño consigue expulsarlos se queda a gusto y se calma. Por el contrario, con los cólicos cuesta mucho más que se tranquilice.

Por qué mi bebé tiene muchos gases

Todos los bebés tienen gases, pero una excesiva acumulación de aire desencadena una serie de molestias en los bebés. Esto puede ser debido a diferentes causas. Los motivos más frecuentes de los gases en bebés son:

  • La propia inmadurez del aparato digestivo de los bebés.
  • Después de comer no sacan bien el aire.
  • Adopta una mala postura al succionar el pecho o el biberón, con lo cual traga más aire.
  • Cólico del lactante. Traga más aire en las crisis largas de llanto.
  • Intolerancias o alergias a componentes de la leche o a cualquier otro alimento. En el siguiente artículo encontrarás los síntomas de la intolerancia a la lactosa en bebés.
  • Introducción de la dieta complementaria y nuevos alimentos.
  • Estreñimiento. Aquí puedes ver las causas del estreñimiento en bebés y cómo aliviarlo.
  • Alteraciones en la flora bacteriana del intestino.
  • Excesiva estimulación del bebé a lo largo del día.
  • Cambios constantes en las rutinas diarias.

Cualquiera de estos factores facilita que haya más cantidad de aire que se deposita en el sistema digestivo del bebé.

Qué hacer si mi bebé tiene muchos gases

¿Cómo reducir los gases en bebés? Si identificas que el malestar de tu bebé está causado por los gases, te recomendamos probar los siguientes consejos para evitar o reducir los gases de un bebé:

  1. Paciencia. Partiremos siempre desde esta premisa, sobre todo si se trata de cólicos. A veces llega a ser desesperante para los padres, y más si ocurre por las noches. Pero recuerda, es algo momentáneo, pasará.
  2. Postura correcta. Para evitar los gases en el bebé durante la lactancia es importante la posición. Cuando esté comiendo, procura que adopte con la boca una posición correcta para mamar o tomar el biberón. En caso de que tome este último, mejor que sea uno anti-cólicos y en una postura incorporada. En caso de que practiques la lactancia materna, no le cambies de pecho varias veces en una misma toma, deja que primero vacíe el pecho completamente.
  3. Suplementos a base de probióticos. Se ha demostrado a través de estudios que estos productos reducen los gases en los bebés.
  4. Respeta las medidas. Si preparas biberón con leche artificial, hazlo con la cantidad de agua y de polvos que te indique la marca. Se ha visto que en los niños alimentados con leche materna son menos frecuentes los cólicos, pero dar pecho no asegura que no se vayan a sufrir.
  5. Alergia a la proteína de leche de vaca. Si este es vuestro caso y el bebé está tomando leche materna, la madre deberá dejar de comer productos lácteos, y en caso de lactancia artificial optar por una leche de fórmula especial para estas situaciones.
  6. Evitar ciertos alimentos. Hasta los 8 meses, prescindir de alimentos flatulentos tales como la coliflor o el brócoli.
  7. No dar infusiones de anís estrellado. Estas pueden provocar intoxicaciones graves si se consumen en exceso.
  8. Acudir al pediatra. Siempre que el bebé tenga fiebre igual o mayor a 38ºC, si tiene diarrea o vómitos, no para de llorar durante 2 horas seguidas o si los llantos persisten en el tiempo y no tenemos claro su origen.

Cómo aliviar los gases de un bebé

Para intentar aliviar a tu bebé de la incomodidad que le puedan estar provocando esos gases, te proponemos unos cuantos remedios. Si los pones en práctica seguro que la situación mejora y tu bebé te lo agradecerá:

  1. Ayúdalo a eructar. Después de las tomas, ya sea lactancia materna o biberón, sostenlo en una postura erguida para facilitar la salida de aire que haya ingerido por la boca.
  2. Porteo. Llevarlo de paseo con nosotros en una mochila o fular implica darle nuestro calor y fricción en la tripita, además con la posición que adoptan facilita que hagan caca y la salida de gases. Aquí encontrarás todo lo que debes saber sobre el porteo ergonómico.
  3. Masajes y ejercicios. Sólo se realizará si el niño está receptivo, porque si está molesto puede que se irrite aún más. Los masajes se deberán dar en la barriga en círculos, en sentido de las agujas del reloj para favorecer la motilidad intestinal. Los ejercicios consistirán en llevar sus piernas dobladas hacia su abdomen, y realizar suavemente movimientos circulares.
  4. Postura anti-cólicos. Hay bebés que les calma esta posición, que consiste en cogerlo con un brazo y tumbarlo sobre él boca abajo. También ayuda mucho cualquier contacto con papá y mamá, cógelo y arrúllalo.
  5. Aplica calor. Coloca una bolsita templada sobre su tripa, nunca directamente sobe la piel. También puedes bañarlo con agua templada. El calor ayuda en el dolor de tripa que producen los gases y, además, con el baño conseguiremos que se relaje. En el siguiente artículo encontrarás como bañar a un bebé.

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Bibliografía
  • Asociación Española de Pediatría. (2010). Cólicos del lactante.
  • Asociación Española de Pediatría. (2013). Guía práctica para padres, desde el nacimiento hasta los 3 años.