Estoy embarazada y me sale un líquido como agua, ¿es normal?

Estoy embarazada y me sale un líquido como agua, ¿es normal?

A muchas mujeres embarazadas les ocurre que cuando ven aproximarse la recta final de su gestación, tienen miedo de no saber diferenciar si han roto aguas o no. Esto puede suceder en cualquier parte y a cualquier hora del día, ya te encuentres activa o en reposo: en el supermercado, por la calle, mientras duermes en la cama… Hay veces que es tan evidente que en ese momento no hay ningún tipo de duda, pero en otras ocasiones no es tan fácil reconocerlo e, incluso, puede que se adelante al segundo trimestre, suponiendo un peligro para el bebé.

En este artículo de paraBebés veremos si es normal que salga un líquido como agua estando embarazada, qué es el flujo líquido transparente como agua durante el embarazo, cómo podemos diferenciar el líquido amniótico del flujo normal y cómo saber si se pierde líquido amniótico en el segundo trimestre de embarazo.

Flujo líquido transparente como agua durante el embarazo

El líquido amniótico es un fluido transparente o de color claro, blanco grisáceo o ligeramente amarillento que rodea al feto dentro del saco amniótico. Se produce desde la cuarta semana de embarazo y está compuesto en su mayoría por agua, además de otros elementos.

Sin él no sería posible el milagro de la vida, ya que es el encargado de amortiguar y proteger al bebé de los movimientos, golpes o traumatismos que se produzcan en el vientre de la madre, evita la excesiva presión sobre el cordón umbilical, mantiene una temperatura constante sin pérdidas de calor, permite el desarrollo normal de los pulmones, de los músculos y los huesos y además posee propiedades antibacterianas que da protección frente a algunas infecciones.

El bebé se encuentra flotando en este líquido, y le permite el libre movimiento hasta que ya es demasiado grande y apenas dispone de espacio dentro del útero.

Si te encuentras en tu fecha próxima al parto y notas de repente una pérdida abundante de líquido transparente o teñido de otro color, lo más frecuente es que se trate de la rotura de membranas o más familiarmente conocido como “romper aguas”. Aunque también puede ocurrir antes de tiempo, a causa de infecciones, golpes, etc.

Cómo saber si es líquido amniótico o flujo

Si se ha producido la rotura de membranas, lo podrás diferenciar del flujo muy fácilmente ya que el líquido que sale lo hace en gran cantidad y de una forma constante, mientras el flujo no es tan abundante y es de una textura más viscosa, de color blanquecino. Además, el líquido amniótico puede adquirir diferentes colores o tonalidades según su composición:

  • Color claro casi transparente. Es lo más habitual, presentando a veces algún pequeño resto de sangre sin importancia. Mientras el líquido sea claro, si lo deseas puedes darte una ducha antes de ir al hospital.
  • Color más oscuro o verdoso. Si observas que tiene este color deberás acudir al hospital de manera urgente, ya que significa que ha defecado el meconio (la primera caca del bebé) dentro del útero y existe riesgo de que lo aspire, suponiendo un peligro para él.

En cambio, hay situaciones en las que se vuelve más complicado diferenciar entre flujo, orina y líquido amniótico. Este es el caso de las fisuras, que es cuando se produce una rotura muy pequeña de la bolsa amniótica, provocando que el líquido amniótico salga poco a poco y de forma discontinua. Si crees que este puede ser tu caso, lo mejor es acudir al centro sanitario que corresponda para salir de dudas.

Cómo saber si pierdo líquido amniótico en el segundo trimestre de embarazo

Toda alteración que se produzca en el líquido amniótico, ya sea por exceso o por defecto de este, o su pérdida prematura se traduce en un riesgo para la salud y el desarrollo del feto.

Normalmente la pérdida de líquido amniótico se produce por la rotura de la bolsa en la fecha de parto. Pero hay veces que esa pérdida se presenta mucho antes, durante el segundo trimestre de embarazo, debido a diferentes causas. Entre ellas están las siguientes:

  • Infecciones, sangrados por la vagina y enfermedades de transmisión sexual, como la clamidia y gonorrea.
  • Traumatismos, como caídas o accidentes de la mujer.
  • Excesiva cantidad de líquido amniótico durante el embarazo.
  • Gestación de varios bebés.
  • Embarazos anteriores con rotura de aguas prematura.
  • Placenta previa. Ocurre cuando la placenta obstruye una parte o todo el cuello del útero.
  • Deficiencias de vitamina C y Cobre.
  • Tabaquismo materno.

Para saber si estás perdiendo líquido amniótico, ya sea durante tu segundo trimestre de embarazo o en la etapa final, lo primero que debes hacer es descartar que se trate de orina. Para ello, en primer lugar vacía la vejiga completamente. Tras ello, camina y tose varias veces. Si al cabo de un rato observas una mancha en tu ropa interior de un líquido, estás perdiendo líquido amniótico, ya que orina no puede ser. Si por el contrario no hay mancha o esta es viscosa y espesa, se trata de flujo.

Ante cualquier duda, lo mejor es acudir a tu médico o médica para que descarte una fisura o la rotura de membranas.

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Bibliografía
  • Infogen. 2015. Ruptura o rotura prematura de membranas.
  • Medline Plus. 2018. Líquido amniótico.