El llanto del bebé: tipos, qué significa y cómo calmarlo

El llanto del bebé: tipos, qué significa y cómo calmarlo

Cuando estabas embarazada quizá no pensabas que un bebé pudiese llorar tanto. Sabías que los bebés lloran pero te imaginabas más a un bebé bonito que solo dormía y comía, ¿verdad? La realidad es que todos los bebés lloran porque es su única manera de comunicarse contigo, es su única manera de decirte: “me pasa algo, atiéndeme”. Por eso, siempre es necesario saber qué le ocurre y por qué está llorando, pero también es imprescindible saber cómo calmarle. Por eso, en paraBebés, vamos a hablarte sobre el llanto del bebé: los tipos, qué significa y cómo calmarlo.

El llanto del bebé

El llanto es la forma de comunicarse de los bebés. Antes de aprender a hablar y expresar con palabras sus necesidades, las expresan llorando. Existen diferentes tipos de llanto en función de la necesidad que intente expresar el bebé. Puede que al inicio todos los llantos sean muy parecidos, pero conforme el bebé se va desarrollando, se podrán ir diferenciando diferentes tipos de llanto.

Tipos y significado

A continuación veremos los 4 tipos de llanto del bebé y sus significados.

  • Llanto de hambre. El bebé expresa sus sensaciones de hambre a través del llanto. En este caso, la forma de llorar es regular y rítmica, recibe el nombre de llanto básico.
  • Llanto de enfado. En este caso, el bebé expresa su frustración llorando con más intensidad que si tuviera hambre.
  • Llanto de dolor. El llanto por dolor es repentino y mucho más llamativo que el llanto básico.
  • Llanto de atención o de frustración. Este tipo de llanto tiene el objetivo de expresar la frustración y demandar atención. Es más corto y menos intenso que los demás tipos de llanto.

A continuación veremos cómo calmar el llanto del bebé con 16 trucos que funcionan, según los/as expertos/as.

No le dejes llorando

El primer consejo que te vamos a dar es que nunca dejes a tu bebé llorando sin consolar. Los bebés cuando lloran lo hacen porque es su única manera de comunicarse contigo, por eso debes atenderle siempre que te reclame. Si no lo haces, el pequeño sentirá ansiedad e, incluso, puede tener cierto sentimiento de abandono al llorar y que nadie atienda sus necesidades.

Si le dejas llorar, sus niveles de cortisol (la hormona del estrés) aumentará en su organismo, causándole aún más llanto e, incluso, al sentir que no tiene a un cuidador para atenderle, le generará graves problemas emocionales. En este sentido, atiende siempre a tu bebé, porque si está llorando es porque te necesita y debes saber qué es lo que le ocurre.

Identifica por qué está llorando

Para poder calmar a un bebé, primero debes saber por qué te reclama a través del llanto. Puede ser por una gran variedad de razones y tendrás que comprobar por qué: cólicos, hambre, sueño, cansancio, malestar, sobrestimulación, pañales sucios, dolor, enfermedad, etc.

A veces es fácil calmarlos: todo lo que se necesita es una alimentación, un eructo, un cambio de pañal o tu voz tranquila y un tono suave. Pero, luego, hay otras ocasiones en que tu bebé, posiblemente porque está pasando por un episodio de cólico (en el cual los llantos pueden durar hasta 4 horas de llanto continuado), puede parecer inconsolable sin importar lo que hagas… algo que puede resultar exasperante para ti. Pero debes mantener la calma.

Primero, trata de identificar el tipo de llanto del bebé y descarta a los culpables obvios (como un pañal sucio o una barriga vacía) junto con cualquier síntoma de enfermedad que justifique una llamada al médico: como fiebre, secreción nasal o signos de dolor, como encías inflamadas.

Envuelve a tu bebé

Si las necesidades de tu bebé están cubiertas, no está enfermo ni tiene dolor, entonces podrás usar los siguientes consejos para calmarle y que ambos os sintáis mejor. En este caso, envuelve a tu bebé en una manta para que se sienta cómodo y seguro. Puede ser un fular para hacer porteo, abrazarle, etc. Se sentirá protegido todo el tiempo.

Fomenta la succión

Los bebés, a menudo, se alivian con la succión no nutritiva, que no llena sus estómagos pero calma sus nervios. Si tu bebé está llorando, ayúdale a encontrar el pulgar, el puño o el dedo, o simplemente ofrécele uno de tus dedos o un chupete. Para darle chupete, es buena idea esperar hasta que la lactancia materna esté bien establecida antes de introducir uno. Aquí explicamos cómo y cuándo ofrecer el chupete.

Portea a tu bebé

Portear a tu bebé y caminar es una excelente manera de calmarle. Los bebés disfrutan la sensación de cercanía y el ritmo de tus pasos. El porteo también es conveniente porque tus manos están libres. Haz que tu bebé mire hacia tu cuerpo en un portabebés o en un fular durante los primeros tres meses cuando necesite el apoyo adicional para la cabeza. También puedes usar un cabestrillo, que es particularmente útil para amamantar mientras te desplazas y puede convertirse en una retención lateral o hacia atrás cuando tu bebé crezca. En este artículo hablamos sobre el porteo ergonómico.

Mece a tu bebé

A los bebés les encanta que les mezan, que les abracen y les muevan de forma rítmica. Mecer a un bebé en una mecedora es probablemente uno de los rituales más preciados y respetados de la vida. La crianza moderna también ofrece algunas opciones de balanceo con manos libres: cuando tu bebé esté inquieto, considera colocarlo en un columpio motorizado, un asiento vibrante o una cuna automática (sin perderle nunca de vista y siguiendo las instrucciones de uso y de seguridad).

Usa ruido blanco

Algunos bebés se calman con sonidos rítmicos, que pueden recordarles a cuando estaban en el útero. Comprueba si encender una aspiradora, un secador de pelo o un ventilador puede bloquear los ruidos aleatorios que pueden asustar a tu bebé cuando intenta calmarse. Alternativamente, invierte en una máquina especial de ruido blanco o úsalo con alguna app en el móvil. Si tienes problemas y no tienes ningún dispositivo a mano, intenta calmar a tu bebé con los sonidos como: ”Shhhhhh ... shhhh ... shhhh …".

Canta una canción

Tu bebé no tiene idea de si cantas bien o mal. Lo que sí sabe es que si le cantas, estás a su lado. Así que la próxima vez que esté de mal humor, cántele una canción de cuna clásica o lo que quieras, solo escuchar tu voz le calmará. ¡Tu voz es el mejor sonido para tu bebé!

Báñale

Si tu bebé tiende a calmarse a la hora del baño, llena la bañera con agua tibia y conviértelo en una parte habitual de su rutina de relajación. Incluso puedes intentar introducir un poco de aromaterapia. Aquí explicamos a qué temperatura debe estar el agua para el baño del bebé.

Dale un masaje

Masajear a tu bebé puede ser un ritual relajante para ambos, y es una excelente manera de calmar los llantos de tu pequeño/a. Puedes hacerlo con lociones o aceites esenciales para bebés. Con toques suaves pero firmes (para no hacer cosquillas), tu bebé se sentirá calmado/a y su llanto cesará.

Intenta calmar los cólicos

Si crees que lo que le ocurre a tu bebé es que padece cólicos, puedes tener en cuenta lo siguiente para aliviar sus dolorosos gases:

  • Acuesta a tu bebé boca abajo sobre tu antebrazo, acunando su cabeza en tu mano. Usa tu otra mano para estabilizarle y frotarle en la espalda.
  • Acuéstale sobre tu regazo, con una rodilla en su barriga y la otra apoyando su cabeza.
  • Sostenle en posición vertical, con su abdomen sobre tu hombro.
  • Acuéstale boca arriba y empuja sus rodillas hacia su barriga durante 10 segundos, luego suéltale y repite, para ayudar a aliviar los gases.

En este artículo encontrarás ejercicios, métodos y masajes para aliviar los cólicos del bebé.

Cambia de escenario

El movimiento puede ser todo lo que necesita para calmarse. Es probable que el cambio de luz, aire, temperatura, imágenes, sonidos y olores mejore el estado de ánimo de tu bebé, y el tuyo también. También puedes montar a tu bebé en el coche y dar una vuelta, el ritmo del coche también podrá calmarle.

Distrae a tu bebé

Incluso los bebés pequeños pueden aburrirse, y si lo hacen, se pueden poner nerviosos. Cuéntale a tu bebé lo que estás haciendo, canta canciones o haz ruidos divertidos y caras. También puedes jugar con tu bebé, leerle un cuento, etc. En los siguientes artículos encontrarás 14 cuentos para bebés y 23 juegos para bebés.

Reduce la sobreestimación

Si la sobreestimulación parece ser el problema, reduce el ritmo un poco. Atenua las luces, apaga la música, enciende el teléfono y relájate con tu bebé. Recuerda, todo es completamente nuevo para él/ella y, a veces, esto puede ser abrumador.

¡Abraza a tu bebé!


Si hay algo que calmará a tu bebé por encima de todas las cosas, ¡son tus abrazos! Abraza a tu bebé con calma y susúrrale al oído que estás a su lado y que todo está bien. Mientras le abrazas mécete un poco y verás cómo tu bebé se relaja.

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Bibliografía
  • Iglesias Iglesias, R. M., Sanz Núñez, R., Justo, M,. (2015) Desarrollo y estimulación del niño de 0 a 3 años. Editorial: Salvat