Crisis de lactancia de los 15 días: cómo es, cuánto dura y qué hacer

Durante las primeras semanas de vida del bebé, las tomas se darán con un ritmo constante y prolongado. Más adelante, en cambio, pasarán a ser más cortas, pero mucho más efectivas. Es importante saber que estos cambios en la mayoría de ocasiones no se relacionan con deficiencias en la producción de leche, sino que, por el contrario, significa que el bebé está creciendo y aprendiendo a comer mejor, tiene más fuerza para poder extraer la leche materna más rápido y será capaz de vaciar el pecho en menos tiempo.

Por otra parte, es normal que temas que el bebé no se esté nutriendo adecuadamente, pero puedes disipar esas dudas observando su aumento de peso. Esa será la mejor señal para saber que tu hijo/a se está amamantando bien.

La crisis de lactancia de los 15 días es ese período de cambios y adaptaciones en la forma de comer de los bebés en determinados momentos de su crecimiento y que conlleva a una mayor demanda de leche. Por esto mismo, dependiendo de la edad del niño pueden aparecer varios episodios relacionados con estas crisis de la lactancia.

Cómo se produce la crisis de los 15 días

A continuación te explicamos cómo se desarrolla esta crisis de lactancia:

• En las primeras semanas, las tomas de pecho de tu bebé serán más frecuentes y durarán más tiempo.
• A los 15-20 días el bebé ya habrá recuperado el peso que perdió al nacer y estará más adaptado a la lactancia materna, por lo que su necesidad aumentará y querrá mantenerse pegado al seno materno. En este sentido, al permanecer más tiempo succionando estimulará los pechos y podrás producir más leche, necesaria para que tu hijo supere esta etapa de crecimiento acelerado. Este es un claro signo de que su desarrollo está en aumento y se conoce como la primera crisis de lactancia del recién nacido.

Otro cambio que se produce durante esta crisis de lactancia es que algunas madres notan que su bebé siempre tiene hambre, lo que a su vez les hace pensar que no serán capaces de producir suficiente leche. No obstante, estos pensamientos no son correctos, ya que los bebés comen y piden la leche que necesitan en cada momento según su edad y no significa que tengas que detener o suplementar la lactancia materna.

Cuando nuestros bebés experimentan este cambio de comportamiento o crisis de lactancia de los 15 días, es fundamental no perder el equilibrio ni bajar la guardia, así como ser conscientes de que es algo pasajero. Después de unos pocos días se resolverá y tu bebé volverá a alimentarse tranquilo.

Si te interesa saber más sobre la leche materna puedes consultar Composición de la leche materna.

Es importante saber cuánto tiempo dura una crisis de lactancia para aprender a manejar mejor la situación. Desde el momento en que inicia la crisis puede durar dos o tres días, que serán los más intensos. No obstante, algunas veces se extiende a cuatro días y en raras ocasiones se prolonga a más de cinco.

Por lo tanto, estas crisis son episodios temporales que pasarán pronto y podrás recuperar fuerzas y energía gastadas en este tiempo. Más adelante, quizás experimentemos otros eventos similares relacionados con estos cambios, pero tal vez sea mejor ir paso a paso.

Recuerda que es un bebé de menos de tres semanas que está creciendo aceleradamente y necesita más comida para cubrir sus demandas metabólicas. Por otra parte, si durante los primeros 6 meses el bebé solo se alimenta de leche materna podemos hablar de lactancia exclusiva.

Seguidamente, os explicamos qué podemos hacer ante una crisis de lactancia de los 15 días.

Ofrecer el pecho siempre que el bebé lo pida

Dar el pecho cuando el bebé lo pide puede prevenir episodios de hambre descontrolada. Si es posible, detecta las primeras señales y alimenta a tu bebé antes de que empiece a llorar. El signo más común es ponerse la mano sobre la boca o que busque el pecho mientras lo tienes en brazos.

Crear un ambiente cómodo para amamantar

Un ambiente tranquilo beneficiará al bebé y a la madre, ya que permitirá que el proceso de lactancia materna sea exitoso y prolongado. Escoge una habitación con luz cálida y alejada de ruidos fuertes y no obligues a tu hijo/a a comer. Asimismo, procura que todo sea natural y orgánico.

¿Es necesario suplementar?

Si tu hijo está creciendo bien, no será necesario suplementar la alimentación con fórmulas artificiales. En su lugar, aprovecha para establecer vínculos afectivos con él o ella en este tiempo. ¡Ánimo! pronto la crisis pasará.

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