Crianza positiva: qué es, pautas y prácticas con ejemplos

Crianza positiva: qué es, pautas y prácticas con ejemplos

Los estilos de crianza han ido cambiando a lo largo de los años y la forma de educar que tienen hoy en día muchos padres y madres difiere bastante de la forma en la que fueron criados ellos de pequeños.

Las estrategias que usan los progenitores para educar a sus bebés tienen consecuencias cruciales en su desarrollo, tanto positivas como negativas. Muchos estudios recientes han demostrado cómo una crianza positiva, respetuosa y con apego beneficiará el desarrollo integral de los niños y niñas a corto y a largo plazo, dejando atrás carencias afectivas y emocionales que determinan su personalidad.

En este artículo de paraBebés sobre la crianza positiva: qué es, pautas y prácticas con ejemplos, vamos a adentrarnos en todo lo relacionado con este estilo de crianza y educación.

¿Qué es la crianza positiva?

Cuando una pareja decide aumentar la familia con un bebé, comienzan a poner en marcha una serie de estrategias mediante las cuales le educarán y le criarán. Estas estrategias son diferentes en cada familia e incluso pueden variar a lo largo de la vida de los niños y niñas.

La crianza positiva está encuadrada dentro de un estilo de crianza democrático. Sus bases principales son el respeto, la empatía y la comprensión, donde se enseña a los niños y niñas las consecuencias que pueden tener sus acciones en el entorno dejando de lado los castigos, el miedo y los gritos. Consiste, sobre todo, en criar a hijos e hijas felices que se sientan queridos, respetados y valiosos.

Los estilos de crianza determinarán la personalidad y el desarrollo integral del niño o niña. En cada uno, el bebé y los progenitores tienen papeles muy diferentes, desde no tener en cuenta al niño o niña y considerarle un ser inferior hasta aquel estilo que considera que los hijos e hijas son miembros de la familia igual que cualquier otro y se les trata desde el máximo respeto en todos los ámbitos. Son los siguientes:

  • Autoritario
  • Permisivo
  • Negligente
  • Democrático

Como hemos visto, el estilo democrático es el que tiene mayores beneficios a corto y largo plazo y son varios tipos de crianza las que le contemplan. Por ejemplo, la crianza positiva está muy relacionada con la crianza con apego, basada en la construcción de vínculos afectivos positivos y bien afianzados desde el primer momento y donde el contacto entre padres, madres y bebés es fundamental: lactancia, colecho, cariño, besos, abrazos, porteo, respeto... Ambas crianzas están ligadas y, a continuación, vamos a ver qué podemos hacer en casa para aplicar la crianza positiva.

Cómo poner en práctica la crianza positiva - pautas

Para poner en práctica la crianza positiva, es imprescindible que en casa exista una parentalidad positiva. Esto quiere decir que ambos progenitores tienen que tener claras las pautas a seguir en la educación y en la crianza de sus hijos e hijas y remar en una misma dirección. De nada sirve que cada uno actúe de una forma o que se desautoricen uno delante del otro.

Las pautas de crianza positiva son las siguientes:

  • Conocer y aceptar las capacidades, habilidades y limitaciones de los niños y niñas en cada momento de su desarrollo.
  • Respetar sus decisiones.
  • No levantar la voz, hablar siempre sin gritar, aunque estemos enfadados.
  • Dar opciones en vez de órdenes cerradas.
  • Escucharles y prestar atención a sus señales que indican necesidades o deseos, la comunicación bidireccional es clave.
  • Educar dando ejemplo, ya que los adultos somos su mayor espejo.
  • Ponerse a su altura siempre que vayamos a hablar con ellos.
  • No hay castigos, pero sí limites claros y realistas. Son un aspecto fundamental.
  • Dar mucho amor y cariño, aunque estemos enfadados o hayan realizado algo que no deberían de haber hecho.
  • Dejar que desarrolle su autonomía.

Existen en el mercado multitud de libros que detallan todas estas pautas de crianza positiva de forma más extensa. Disciplina sin lágrimas de Daniel J. Sigel y Tina Payne Brison es uno de los libros que mejor explica la disciplina positiva, ayudando a entender la mente del niño, sus inquietudes, sus necesidades y expone pautas sencillas y claras para aplicarla tanto en el ámbito del hogar como en el ámbito docente.

Este último aspecto es muy importante, ya que la crianza no se debe limitar solo al hogar, sino que debe extrapolarse a todos los ambientes donde el niño se mueva como, por ejemplo, el ámbito escolar. Hoy en día, son muchas las escuelas que apuestan por una educación respetuosa y positiva, alejándose de la educación tradicional y partiendo de las necesidades reales de los niños y niñas para adquirir nuevos conocimientos.

Ejemplos prácticos de crianza positiva

Toda la teoría se entiende mejor con la práctica, por lo que vamos a explicar una serie de ejemplos con los que entenderás a la perfección cómo aplicar la crianza positiva en casa con tus hijos e hijas:

  • Cuéntales a tus hijos e hijas lo que va a pasar en cada momento: “voy a cambiarte el pañal”, “vamos a comer”, “nos vamos a montar en el coche para ir a comprar”... Muchas veces, llevamos a los niños de aquí para allá sin explicarles lo que va a pasar y acaban llorando porque no quieren dejar de jugar o no quieren moverse del lugar en el que se encuentran. En cambio, si se les explican las cosas, seguramente, las acepten porque además se sienten valorados.
  • En vez de imponerles algo, hazles partícipes. Si llega la hora de sentarse a hacer los deberes y no quieren porque están jugando, puedes decir: ¿quieres recoger ya los juguetes o esperamos a que la aguja del reloj llegue a X número? Así sabrá que, llegado ese momento, deberá recoger y ponerse a hacer sus tareas.
  • Evita la palabra “no”. Es muy aburrido que todo el rato te nieguen algo. Solo hay que cambiar la forma de decirlo o decirle lo que sí puede hacer: “no toques eso” por “si tocas eso, puedes hacerte daño”, por ejemplo.
  • Preocúpate por sus emociones. Si no quiere hacer algo, primero, pregunta por qué no quiere hacerlo en vez de ser tajante. Si, por ejemplo, no quiere dormir la siesta, pregúntale por qué y cómo se siente. A partir de ahí, puedes darle opciones.
  • Enséñales a hacer las cosas, no pretendas que hagan algo si no lo han visto previamente. Enséñale, por ejemplo, cómo debe ordenar sus juguetes o hacer su cama.

En muchas ocasiones, puede que te resulte complicado aplicar la disciplina positiva, sobre todo, si tienes poca paciencia. Es importante que trabajes este aspecto para no caer en el error de gritar o castigar a los niños o niñas ya que, como ves, no son nada beneficiosos para su desarrollo y existen muchas alternativas a ellos. Tómate tu tiempo, respira y continúa.

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Bibliografía
  • J. Sigel, D.; PayneBrison, T. (2015). Disciplina sin lágrimas. S. A. Ediciones B: España