Cómo saber si mi bebé se queda con hambre

Tanto si nuestro bebé se alimenta a través del biberón como si lo hace a través del pecho materno, su alimentación debe ser a demanda, es decir, alimentarle cada vez que lo pida o lo necesite independientemente del tiempo que haya pasado desde la última toma.

Para saber si nuestro bebé toma la cantidad de leche que quiere en ese momento, tendremos que fijarnos en si le sobra leche en el biberón después de cada toma o si se lo toma entero. En caso de que lo acabe, debemos hacerle un poquito más para ver si lo quiere. Por eso, es aconsejable hacer los biberones con más cantidad de leche de la que suelen beber, ya que así nos aseguraremos de que deja de comer cuando está saciado y no porque se le haya acabado. De esta forma, podemos estar tranquilos porque nuestro bebé no se está quedando con hambre.

En caso de amamantarle, tendremos que ofrecerle el pecho siempre que el bebé lo pida, al igual que con el biberón. Es habitual que con la lactancia materna, los niños y niñas pasen largos períodos de tiempo pegados al pecho, puesto que eso les da seguridad y tranquilidad, además de servirles de alimento. Muchas mujeres pueden llegar a pensar que su leche no es suficiente cuando los bebés pasan por algún brote de crecimiento, momento en el cual están demandando pecho constantemente, llorando cuando se les acerca o, incluso, rechazarlo momentáneamente. Es importante conocer estas crisis o brotes para poder identificarlos y actuar en consecuencia. En cualquier caso, no tiene nada que ver con si se quedan con hambre o no.

Señales de que un bebé tiene hambre

Las señales claras de que un bebé se queda con hambre son las siguientes:

1. Gira la cabeza cuando le coges buscando el pecho o la tetina del biberón. Es un reflejo y un claro indicativo de que quiere alimentarse.
2. Llora desconsoladamente: es su única forma de comunicación con nosotros por lo que, si tiene hambre, no dejará de llorar.
3. Está irritable,desesperado.
4. No se calma al mecerlo o acunarle: técnicas que pueden funcionarnos en otros momentos, como cuando tiene sueño, en este caso son ineficaces.
5. No se duerme: al igual que los adultos, con el estómago vacío es muy difícil descansar.
6. Se chupa las manos desesperadamente: no debemos generalizar esto, ya que alrededor de los 2 meses se descubren las manos y comenzarán a chuparlas durante mucho tiempo al día, ya que es su forma de conocerlas. En caso de tener hambre, será una succión muy exagerada.
7. No moja ni mancha pañales debido a que no come lo suficiente y comienza a deshidratarse.
8. No coge peso.

No obstante, ante cualquier duda, lo mejor es acudir al pediatra para que valore cada caso en particular.

En muchas ocasiones, sobretodo los primeros 2–3 meses de vida de nuestro bebé, sus llantos pueden llegar a crearnos confusión y resulta difícil identificar su origen. Esto no es más que una etapa, ya que cuando el sueño de nuestro hijo o hija comience a madurar y se establezcan en él diferentes rutinas, será muy fácil saber si en un momento determinado tiene hambre o sueño.

Las claves para saber si tiene hambre las acabamos de ver pero, ¿cómo lo diferenciamos de las señales de sueño? Si el bebé tiene sueño y no consigue dormirse, estará irritable y llorando, pero se calmará al mecerlo, acunarlo u ofreciéndole algún elemento para que lo succione (pecho o chupete). Los bebés alimentados a través de lactancia materna, suelen quedarse dormidos “enganchados” al pecho, ya que les relaja y, además, practican la succión no nutritiva, mamando del pezón pero sin obtener alimento. Es decir, si el bebé tiene sueño, conseguiremos calmarle a través de diferentes técnicas, pero si tiene hambre no lograremos este objetivo.

Aquí encontrarás qué hacer si tu bebé llora mucho.

Un bebé sano que esté saciado, mostrará una serie de signos que vamos a ver a continuación:

• Está calmado
• Se queda dormido después de la toma
• Se refleja en la báscula con un aumento del peso

En definitiva, un bebé alimentado a demanda, que gana peso progresivamente, que está contento y activo y que moja varios pañales al día, no es un bebé que pase hambre y estará alimentado adecuadamente. No obstante, en caso de tener cualquier duda acerca de la alimentación de los bebés, te recomendamos acudir a tu pediatra o a tu nutricionista infantil.

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