Cómo saber si mi bebé está sobreestimulado

Cómo saber si mi bebé está sobreestimulado

Ante la llegada de un bebé, sabemos que es importante ofrecerle todos nuestros cuidados y atenciones, pero, además, somos conscientes de la importancia que tiene la estimulación. Desde el nacimiento hasta los 3 años de vida, el bebé experimenta una gran evolución. Su cerebro está especialmente vulnerable a absorber toda la información que le llega del entorno. Por lo tanto, la posibilidad de explorar, descubrir y conocer favorece la adquisición de aprendizajes que le acompañarán el resto de su vida y que sentarán las bases de nuevos conocimientos.

Es complicado saber el punto justo en el que el bebé está recibiendo una correcta estimulación que no resulte insuficiente, pero que tampoco sea excesiva. En este artículo de paraBebés os contamos cómo saber si mi bebé está sobreestimulado.

Qué es la sobreestimulación

La sobreestimulación se produce cuando se le ofrecen al bebé más estímulos de los que puede gestionar. El bebé cuando nace debe adaptarse al nuevo medio en el que vive, pero ha de ser de forma progresiva y consciente, puesto que el exceso de información puede provocar que se estrese.

Si el adulto le propone muchos estímulos de forma simultánea o muy secuenciada, es probable que el bebé se sature. Para que esto no ocurra, hay que encontrar el punto medio en cuanto a los recursos y experiencias que se le proporcionan.

Cómo detectar que mi bebé está sobreestimulado

Hay diferentes indicadores que pueden estar avisándonos de que un bebé está sobreestimulado. A continuación, te mostramos cómo saber si mi bebé está sobreestimulado:

  • Respira de forma agitada: este tipo de respiración es provocada por el estrés que le produce la situación y que, su todavía inmaduro sistema, no es capaz de gestionar.
  • Hace movimientos agitados: como aspavientos con las manos y patadas al aire. Son movimientos fuertes y bruscos que indican excitación por parte del bebé.
  • Tiene dificultades para dormir: cuando un bebé se encuentra sobreestimulado, tiene dificultad para poder conciliar el sueño. Necesita adquirir un estado de calma para poder relajarse. En este casos, te recomendamos leer este artículo sobre cómo dormir a un bebé rápido.
  • Siente malestar: sensación de que no se encuentra cómodo en ningún sitio ni posición. Los movimientos agitados indican que no se encuentra a gusto.
  • Llora intensamente: es un tipo de llanto agudo e injustificado que, no parece encontrar consuelo.
  • No fija la atención: a pesar de que el tiempo de atención en los bebés sobre un estímulo es muy limitado, cuando se sienten abrumados, dejan de mostrar ningún tipo de interés hacia las propuestas del entorno.
  • Rechaza los juguetes: un bebé sobreestimulado rechaza aquellos juguetes o materiales que le provocan ansiedad. Esto puede detectarse cuando los retira o da manotazos para quitarlos de su campo de visión.

Qué pasa si se sobreestimula a un bebé

¿Es malo estimular mucho a un bebé? Lejos de pensar que la sobreestimulación puede provocar que el bebé aprenda más y más rápido, el efecto es contrario. La sobreestimulación desencadena apatía y rechazo por aquellos elementos que le estresan. Descubre en qué consiste la apatía: significado, síntomas y cómo superarla en este artículo.

Si el bebé se satura por toda la información que le llega del exterior, inconscientemente, su cerebro se bloquea para tratar de gestionar el exceso de estímulos. El cerebro del bebé necesita crear conexiones sinápticas e ir adquiriendo aprendizajes organizados y significativos que pueda ir añadiendo a sus esquemas mentales. El exceso de entrada de información al cerebro forma un bloqueo y desorden que no es capaz de gestionar.

La repercusión final es que la información que le llega no se convierte en aprendizaje. En otras palabras, el exceso de información, que llega al bebé por diferentes vías, desencadena falta de interés por aprender.

Cómo evitar la sobreestimulación en los bebés

Evitar la sobreestimulación no es sinónimo de no estimular, sino de hacerlo en su justa medida. En realidad, se pueden ofrecer los mismos recursos, pero tomando en consideración las capacidades de procesamiento y asimilación del bebé.

La primera alternativa es crear un ambiente tranquilo. Para ello hay que utilizar colores neutros y suaves, aprovechar la luz del día, evitando la luz artificial, tener pocos juguetes a su alrededor, ya que no puede jugar con todos a la vez y poner música suave y relajante.

En cuanto a los juguetes y materiales que se le ofrecen al bebé, hay que tener en cuenta muchos factores. Descubre cómo evitar la sobreestimulación en los bebés a continuación:

  • Evitar juguetes con múltiples funcionalidades, puesto que evitan la experimentación, la creatividad, y además, ofrecen demasiada información en un solo objeto.
  • Utilizar materiales de la vida cotidiana:pueden ser muy versátiles, pues al bebé no le indican lo que debe ir haciendo. Son sencillos y fáciles de explorar, por ejemplo, las cucharas de palo.
  • Introducir las sensaciones una por una: si quieres estimular el oído, es preferible hacer una propuesta única para el oído, es decir, aislar el resto de sentidos y centrarse en uno. Conforme el bebé vaya gestionando los estímulos, se podrán introducir actividades donde se trabajen dos o más sentidos, pero siempre valorando la capacidad del pequeño o la pequeña. En este artículo encontrarás propuestas de actividades sensoriales para bebés.
  • Adaptar juguetes a sus necesidades: una cosa es que haya una sugerencia de material para los bebés a una determinada edad y, otra muy diferente, es que a tu bebé le interese. Así pues, a la hora de seleccionar sus juguetes y/a objetos, es preferible atender y conocer las necesidades de tu hijo7a.

Cómo relajar a un bebé sobreestimulado

A la hora de calmar la sobreestimulación en bebés, es importante tener en cuentas los siguientes aspectos:

  • Controlar las visitas: las visitas se agradecen y son una muestra de cariño e interés hacia el bebé, sin embargo, es importante regularlas y que no se eleve demasiado el tono. Intenta que no traten de coger y hacer carantoñas a tu bebé todo el rato. Las visitas pueden atender al bebé, pero de una forma progresiva y ordenada para no abrumarle.
  • Establecer rutinas: el bebé no dispone de noción temporal. Una buena forma de ayudarle a asimilar toda la información que le llega del entorno es secuenciar su día a día para que, poco a poco, vaya reconociendo algunos elementos. Esto le proporcionará seguridad y confianza.

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Bibliografía
  • Vega, G. L. (2020b). Castigar no es educar: Todas las ventajas de la Disciplina Positiva. La Esfera de los Libros.