Cómo saber si mi bebé es intolerante al gluten

El gluten es una sustancia pegajosa, parecida al chicle, que se vuelve insoluble y aporta elasticidad al pan y la pasta cuando se están elaborando. Además, es vital para formar y estabilizar la miga, que es un espacio que sirve para atrapar los gases producidos durante los procesos biológicos o químicos. Esto evita que el pan o la torta dejen de crecer por una fermentación insuficiente durante la cocción.

La enfermedad celíaca es un trastorno del sistema inmunológico que produce intolerancia persistente al gluten en personas susceptibles o predispuestas genéticamente. Existen distintas formas de manifestación tanto en la infancia como en la edad adulta, lo que significa que las personas pueden desarrollar la enfermedad sin saberlo e incluso si no se evidenció en etapas tempranas de la vida.

Esta enfermedad provoca una inflamación crónica del revestimiento del intestino delgado. Este hecho dificulta la digestión normal y provoca la malabsorción de muchos nutrientes, principalmente el gluten, que son proteínas contenidas en el trigo, centeno, cebada, triticale, espelta y avena sin certificar. Aproximadamente entre el 1% y 2% de la población mundial presenta algún tipo de intolerancia al gluten, que se manifestará de diferentes formas o síntomas que no necesariamente aparecen todos a la vez.

¿Cómo son las heces de un niño celíaco? El gluten produce inflamación del yeyuno, una parte del intestino delgado, después de la ingestión del gluten. Esto provoca un daño en el revestimiento del intestino que se traduce en malabsorción de los nutrientes, lo que conlleva a la aparición de diarrea.

A pesar de que el síntoma más frecuente en las personas con intolerancia al gluten es la diarrea, el 25% también puede experimentar estreñimiento. En el caso de que tu hijo o hija sufra de estreñimiento, puede interesarte leer el artículo Qué hacer cuando un bebé está estreñido.

Otro de los síntomas que pueden presentarse si tu bebé es intolerante al gluten es la deshidratación. La diarrea causada por la intolerancia al gluten produce pérdida de agua y electrolitos, lo que derivará en deshidratación y fatiga.

Como resultado de la malabsorción de nutrientes que ocurre en el intestino, el bebé puede presentar deficiencias de los nutrientes muy importantes como, por ejemplo, el hierro, el ácido fólico, el calcio y las vitaminas. En consecuencia, el estado nutricional y salud de los bebés se verá afectado.

La intolerancia al gluten también puede producir otro tipo de manifestaciones leve que no guardan relación con los síntomas intestinales descritos con anterioridad. Estas reacciones se evidencian en la piel con la aparición de sarpullidos o ronchas.

Los trastornos en la piel más comunes en casos de intolerancia al gluten son:

• Dermatitis herpetiforme: ampollas en la piel.
• Psoriasis: descamación y enrojecimiento de la piel.
• Urticaria crónica: picazón constante y lesiones rojas en la piel.

Debido a la mala absorción de nutrientes que presentan los bebés intolerantes al gluten, en algunos casos puede producirse pérdida de cabello. Si quieres saber más sobre este tema en el siguiente artículo encontrarás Por qué se le cae el pelo a mi bebé y qué hacer si tiene calvas.

Los dolores de cabeza son un síntoma común en la población mundial que puede deberse a una gran cantidad de motivos. Sin embargo, en el caso de las personas intolerantes al gluten estas dolencias se presentan con mayor regularidad, por lo que el bebé puede ser más propenso a padecer migrañas y dolor de cabeza.

Con mucha frecuencia, las personas con intolerancia al gluten también pueden presentar trastornos de ansiedad. En el caso de los bebés, suelen estar irritables y malhumorados con frecuencia. No obstante, después del año de iniciar el tratamiento y mantener una dieta libre de este compuesto los síntomas mejoran considerablemente.

Otro de los síntomas que pueden alertar de que tu hijo/a es celíaco/a son los trastornos de depresión. Estos trastornos se presentan con frecuencia por la malabsorción que tiene el triptófano, un compuesto que interviene en la adecuada producción de serotonina, neurotransmisor necesario para la regulación del ánimo y la ansiedad. También interviene la malabsorción de la vitamina B6, que ayuda con la regulación y síntesis de neurotransmisores.

A diferencia de la ansiedad, la depresión es más difícil de tratar e incluso puede llegar a mantenerse después de retirar el gluten de la dieta del niño o niña. Se asocia principalmente a una reducción de su calidad de vida al no poder consumir una gran cantidad de alimentos de su preferencia que contengan gluten.

La fatiga constante sin una causa aparente también se puede asociar a la intolerancia al gluten, sobre todo después de consumir alimentos con este componente o debido a la malabsorción de nutrientes necesarios para ejercer funciones vitales en el cuerpo.

La intolerancia al gluten produce anemia por deficiencia de hierro, ocasionada por los problemas de absorción de nutrientes en el intestino grueso que disminuyen la cantidad de hierro que puede ser absorbido por el cuerpo.

Esta deficiencia provoca síntomas característicos como cansancio, dificultad para respirar, fatiga, falta de energía, mareos, dolor de cabeza, palidez o debilidad, entre otros.

Perder peso es otro efecto secundario de la intolerancia al gluten. La pérdida de peso puede ser consecuencia de una gran variedad de factores, pero sobre todo se debe a la mala absorción de los nutrientes.

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