Cómo saber si el ombligo del bebé está bien

Cómo saber si el ombligo del bebé está bien

El ombligo es aquella cicatriz redondeada y algo arrugada que se encuentra en medio de nuestro vientre. Todos los seres humanos tenemos ombligo, ya que es la señal que nos queda para toda la vida tras el desprendimiento de nuestro cordón umbilical, con el que estábamos unidos directamente a nuestra madre en el vientre materno. En los bebés hay que llevar a cabo una serie de cuidados hasta que el ombligo cicatrice, para prevenir futuros problemas como infecciones y vigilar la aparición de pequeñas hernias.

En este artículo de paraBebés veremos cómo se puede saber si se está curando bien el ombligo del bebé, qué aspecto debe tener para que sea normal y en qué casos debemos preocuparnos por el ombligo del infante.

Cómo saber si se está curando bien el ombligo del bebé

En el momento en el que nace el bebé, el personal sanitario corta el cordón umbilical que le unía con la placenta, quedando aún colgando una pequeña porción amarillenta que poco a poco se cambiará de color a medida que vaya secándose a un tono más oscuro casi negro, hasta que finalmente se desprenda del niño alrededor de los 10-20 días después del parto.

Tras su caída, el ombligo todavía no ha terminado de cicatrizarse por completo, por lo que el riesgo de que se infecte sigue estando presente y es importante que se siga aplicando una correcta higiene, una serie de cuidados y no dejar de vigilarlo en busca de algún signo de infección o anomalías hasta que la cicatriz haya cerrado totalmente. Aquí puedes ver los cuidados que necesita un recién nacido.

Qué aspecto debe tener el ombligo del bebé

Una vez que se ha desprendido el trozo de cordón umbilical, queda lo que se denomina el “ombligo cutáneo”, que es completamente normal que sobresalga entre 0'5 y 1 cm hacia fuera. No te preocupes porque lo más normal es que no le quede así, sino que con el paso del tiempo, poco a poco se irá colocando en su lugar hacia el interior de su abdomen.

En determinadas ocasiones, esto no ocurre y se queda una pequeña hernia en forma de abultamiento y precisará de una valoración por parte del médico por si requiere cirugía.

Lo que tampoco es normal es si se observa en el fondo del ombligo un bulto enrojecido y brillante o de color grisáceo (granuloma).

Cuándo preocuparse por el ombligo del bebé

Existe una extensa variedad de patologías umbilicales, y son muy fácilmente reconocibles por los padres, que enseguida se darán cuenta de que algo no va bien en el ombligo de su bebé. Simplemente se requiere vigilancia de ese ombligo mientras esté curándose para saber si hay que acudir al médico.

Estos son los problemas más frecuentes que nos podemos encontrar en el ombligo de los bebés, en los que conviene consultar al pediatra:

  • Sangrado: es normal que el cordón o el ombligo sangren de forma leve debido al roce con el pañal o con la ropa del bebé, sin tener mayor importancia. En cambio hay que preocuparse si el sangrado es mayor o si no cesa, es decir, tiene una hemorragia activa. En estos casos lo mejor es acudir al pediatra.
  • Hernia: se trata de una protuberancia o abultamiento. Se mantiene de esta forma debido a que el orificio por el que pasaba el cordón umbilical no se ha cerrado totalmente y por él sobresale una pequeña porción del intestino. Son bastante frecuentes en los bebés. Se denomina onfalocele si la hernia es de mayor tamaño y en vez de estar recubierta por piel es una fina capa transparente, y lo que sobresale es una parte del intestino, el hígado u otros órganos.
  • Granuloma: es una masa de color rosado, blanco o grisáceo de bordes bien definidos. Esto puede deberse a que el cordón se ha caído demasiado pronto o si era muy grueso, quedándose la zona húmeda. Suele ser gelatina del cordón, o raras veces puede tratarse de tejido conectado al intestino o la vejiga.
  • Líquido amarillento y que desprende mal olor: es probable que se trate de una infección (onfalitis) y puede acompañarse de otros signos y síntomas como piel del ombligo inflamada, irritada y enrojecida, fiebre, decaimiento del niño o irritabilidad. En el siguiente artículo encontrarás información sobre por qué puede salir líquido del ombligo de un bebé y qué hacer al respecto.
  • Ombligo que sobresale: se llama ombligo cutáneo si este sobresale un poco. Es frecuente encontrarlo en los bebés y desaparecerá pasado un tiempo. En cambio si este rebasa mucho, se denomina ombligo probóscide, y puede requerir una intervención quirúrgica para solucionarlo.
  • Demora en la caída: si el cordón umbilical aún no se ha desprendido después de pasar 15 días después del nacimiento, no es lo habitual y por lo tanto el médico o la médica tendrá que estudiar por qué razón aún no se ha caído.

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Bibliografía
  • Asociación Española de Pediatría. (2013). Guía práctica para padres desde el nacimiento hasta los 3 años.
  • Asociación Española de Pediatría. (2008). Patología Umbilical Frecuente.
  • Garrido García, J.; (2014). Granuloma umbilical.
  • Guerrero Vázquez, J.; (2007). Cuidados y Enfermedades del Ombligo.