Cómo quitar lo mormado a un bebé

Cómo quitar lo mormado a un bebé

Coloquialmente, cuando se dice que un niño está mormado significa que está acatarrado o constipado. Si un bebé tiene congestión nasal, esta situación puede provocarle una serie de molestias y problemas. Las consecuencias finales que nos podemos encontrar es un bebé irritable, incómodo, con sueño y hambriento, ya que si se ve dificultada la respiración, no podrá comer bien ni descansar. Esto suele ocurrir con más frecuencia en los meses de más frío. Por todo ello, cobran especial importancia las actuaciones de los padres desde el propio hogar, para producir un alivio de esa congestión.

En este artículo de paraBebés vamos a ver por qué el bebé tiene la nariz tapada pero sin mocos, de qué manera se puede aliviar la congestión nasal en bebés y los mejores remedios caseros para quitar lo mormado a un bebé.

Mi bebé tiene la nariz tapada sin mocos

Si el bebé es recién nacido y parece que tiene la nariz atascada pero no tiene mocos, lo más común es que se trate de una afección llamada “rinitis seca del lactante”. La explicación es que durante la gestación, la mucosa de la nariz del feto permanecía siempre mojada e hidratada por el líquido amniótico, pero una vez que nacen esa humedad se pierde y la mucosa se reseca, provocando una congestión pero sin mucosidad.

En los demás casos, la congestión nasal de los bebés puede acompañarse o no de mocos o secreción nasal. Lo que conocemos como “nariz tapada” está causado a veces por una inflamación y dilatación de los vasos sanguíneos de la zona de la nariz, y también de la mucosa, no necesariamente por culpa de la mucosidad. Así, los conductos nasales del bebé se estrechan y el paso del aire se complica, volviéndose más difícil respirar.

Esto puede ser un problema serio para los bebés, ya que puede interferir en su alimentación. Al respirar con dificultad por la nariz, no pueden tomar pecho con normalidad porque se ahogan, ya que hasta los dos años la respiración de los niños es generalmente nasal. Lo mismo ocurre con las tomas de biberón. Incluso puede afectar al sueño, provocando una alteración al no dejarle dormir correctamente ni descansar.

El motivo más habitual por lo que esto ocurre son los resfriados y la gripe, aunque también puede ser a causa de cambios bruscos de temperatura, por encontrarse en ambientes demasiado secos o por convertirse en fumador pasivo al respirar el humo del tabaco en un hogar donde se fume.

Cómo aliviar la congestión nasal en bebés

Es muy importante aliviar la congestión en bebés lactantes y la medida más efectiva y más recomendada por los pediatras es realizar lavados nasales, incluyéndolos en la higiene normal del bebé. Los bebés no saben sonarse la nariz, así que es importante mantener sus conductos nasales limpios y sin mucosidad. Estos lavados nasales se realizan con suero fisiológico o agua de mar, de manera regular para disolver y arrastrar secreciones. Además, de esta forma mantenemos húmedas las mucosas, se reduce la inflamación de los tejidos de la zona y ayuda a prevenir sinusitis. Hay que insistir especialmente antes de comer y antes de dormir, para facilitar la alimentación y el descanso.

Si la congestión está producida por una alergia, hay que evitar que el bebé entre en contacto con este alérgeno, si este es conocido (por ejemplo, al pelo de alguna mascota).

Remedios caseros para la congestión nasal en bebés

Las soluciones naturales que tenemos para aliviar la congestión nasal del bebé son:

  1. En la rinitis seca del lactante, la solución más rápida y efectiva es echar dos gotitas de suero fisiológico sobre las fosas nasales para aportar algo de humedad a la mucosa.
  2. Levantar un poco el colchón de la cuna por la parte de la cabeza. Si al bebé le cuesta respirar y dificulta su descanso nocturno, respirará mejor con la cabeza un poco incorporada que si lo hiciera completamente tumbado.
  3. Humidificadores. Si hay un ambiente demasiado seco en casa, se puede optar por utilizar estos aparatos para aportar algo de humedad en el ambiente. Bastará con encenderlo 5 minutos, ya que un exceso de humedad también puede llegar a ser perjudicial.
  4. Eliminar del ambiente los agentes irritantes. Si se fuma en el hogar, hay que eliminar este hábito en las habitaciones donde pueda estar presente el niño, ya que se convierte en fumador pasivo y puede provocarle un futuro problema de salud, aparte de irritar su mucosa nasal en ese momento.
  5. Hidratación. Ante los resfriados es importante mantener un buen nivel de hidratación, y esto se consigue ingiriendo gran cantidad de líquidos. Si el bebé solamente se alimenta de leche, se le deberá ofrecer más a menudo.
  6. Baños con agua templada. Se puede conseguir despejar la nariz del bebé creando un ambiente que tenga mucho vapor en el baño. Posteriormente, hay que tener la precaución de secarle muy bien y evitar las corrientes de aire. Aquí explicamos cómo bañar a un bebé si está resfriado.

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Bibliografía
  • Beltrame, B.; (2018). Cómo descongestionar la nariz de un bebé.
  • Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. (2017). Congestión nasal.
  • Garrido García, J.; 2014. Rinitis seca del lactante.