Cómo los padres crean el vínculo con su bebé

Las madres desarrollan un vínculo especial y único con sus bebés, pues durante el periodo de gestación conviven en un mismo cuerpo y el cordón umbilical que les une. Es un vínculo inseparable aun fuera del vientre materno. A pesar de esta conexión tan fuerte, los padres también desarrollan el vínculo afectivo con sus bebés desde antes del nacimiento.

El embrión pronto desarrolla la capacidad de escuchar y reconocer sonidos y voces que identifica tras el nacimiento. Si durante la etapa gestacional, el padre dedica un tiempo diario a hablarle, cuando el bebé nazca, interpretará su voz como algo conocido.

Durante el embarazo el padre ha de estar presente, pues es fundamental que desde el vientre materno se vaya haciendo familia. Las responsabilidades han de ser compartidas y debe involucrarse en todos los momentos y decisiones que se vayan tomando.

Cómo debe interactuar el padre con su bebé

La gestación es un buen momento para que los padres se informen e investiguen sobre estrategias de crianza, métodos educativos y materiales más apropiados, pues hay que tener en cuenta que, una vez que llega el bebé las responsabilidad es de los dos.

Tanto en el momento del parto como en todas las citas médicas de la madre, el padre es una parte activa y participativa. Debe procurar estar implicado y acompañar, no solo a la madre, sino participar en la evolución y crecimiento de su bebé.

Cuando el bebé nace, el padre debe permanecer en el parto y colaborar en todo aquello que sea preciso. A pesar de que sea la madre quien da a luz, él es una figura imprescindible durante todo el proceso. Es muy positivo que el padre asuma una pauta de piel con piel con su bebé. Además, de favorecer que la llegada al mundo sea menos traumática para el recién nacido, sienta las bases del futuro vínculo.

En la actualidad, hay un concepto cada vez más extendido en torno a la crianza del bebé denominado parentalidad positiva. Este término hace referencia a la colaboración y responsabilidad que asumen ambos progenitores desde el mismo instante que descuben que esperan un hijo o hija.

Padre y madre han de ponerse de acuerdo en las decisiones que afectan al crecimiento de su bebé y a toda la estructura familiar, velando por el bienestar de todos. Han de asumir las mismas tareas, compartir rutinas, tratar de remar en una misma dirección y consensuar las decisiones.

Hasta no hace mucho tiempo, el padre se mantenía al margen sobre algunos aspectos de la educación y cuidados, sin embargo, desde el momento que el bebé llega al mundo, debe implicarse en el cambio de pañales, tomas de biberón (si es que lo toma), tiempo de juego, tiempo de regazo y, en definitiva, proporcionar la misma atención y afectividad que la madre.

A continuación, te proponemos las mejores estrategias para crear el vínculo entre un padre y su bebé:

• Cuando el bebé se encuentra en el vientre materno, el padre puede tararear o cantar una canción que debe repetir una vez haya nacido el pequeño o la pequeña. El embrión es capaz de oír y los sonidos o voces que le resulten familiares cuando nace le ayudarán a sentirse mejor.
• Establecer contacto piel con piel: esta estrategia puede realizarse desde el momento en el que el bebé nace, permaneciendo padre e hijo en contacto directo se establecen las bases del futuro vínculo.
• Jugar: el juego favorece el desarrollo del vínculo, pues se comparte una situación agradable que genera bienestar. Dedicar tiempo a jugar como, por ejemplo, al cucú-tras, cantar canciones o mostrar objetos, es un recurso genial. En este artículo encontrarás diferentes actividades sensoriales para bebés que puedes poner en práctica.
• Dar seguridad: si el bebé llora es porque tiene una necesidad no resuelta que necesita cubrir. El vínculo se va generando conforme el adulto proporciona respuestas efectivas a dichas necesidades. Cuando el bebé se siente seguro y cubierto en sus demandas, el vínculo se irá formando desde la confianza. Por lo tanto, el padre debe responder a dichas necesidades.
• Dar muestras de cariño: la figura de la madre, tradicionalmente, ha estado más asociada a las conductas afectuosas hacia los hijos, sin embargo, esto ha cambiado. Los padres también deben ofrecer muestras de amor y cariño. De esta forma, el bebé irá integrando en sus esquemas mentales el amor incondicional que su padre siente hacia él.
• Pasar tiempo de calidad: el ritmo frenético que llevamos y las largas jornadas de trabajo, en muchas ocasiones, provocan que cuando el padre llegue a casa y el bebé ya esté durmiendo. Por ese motivo, el padre debe aprovechar el tiempo libre para que sea productivo y hacer actividades conjuntas que fomenten la creación del vínculo con su bebé.
• Enseñar y explorar juntos: el bebé siente adoración por sus padres. Estos le cuidan, le protegen, le dan cariño y, además, le enseñan muchísimas cosas. Es importante que tu hijo crezca y se desarrolle con el acompañamiento de un padre que le guie y oriente en su aprendizaje. Es apropiado generar oportunidades en las que el bebé pueda explorar y descubrir el mundo que le rodea al lado de su figura paterna.
• Investigar: es muy importante que el padre conozca a su bebé y que investigue sobre su desarrollo y sobre las repercusiones de establecer el vínculo afectivo padre-hijo. Así pues, no está de más adquirir bibliografía sobre el desarrollo del bebé, acudir a charlas sobre crianza y, en definitiva, conocer más sobre este maravilloso mundo llamado paternidad. En este artículo mismo encontrarás información sobre las etapas del desarrollo psicomotor del bebé.

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