Cómo introducir el huevo al bebé

El huevo puede darse a partir del inicio de la alimentación complementaria, siempre y cuando nuestro bebé cumpla los requisitos establecidos por la AEDP y por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La Asociación Española de Pediatría, en su guía de la Alimentación Complementaria publicada en el año 2019, nos indica que el huevo, clasificado como uno de los alimentos potencialmente alérgenos dentro del grupo de alimentos ricos en proteínas, se puede introducir a partir del inicio de la alimentación complementaria. Es decir, siempre que nuestro bebé haya cumplido los 6 meses de edad, haya perdido el reflejo de extrusión, se mantenga sentado por sí mismo y muestre interés por los alimentos, estará preparado para comer huevo.

Además, hay ciertas evidencias que demuestran que una introducción temprana de alimentos con alto índice de alergias como el huevo, puede reducir bastante las probabilidades de causar una reacción más adelante. Pues bien, teniendo claro que el huevo se puede introducir desde el principio, vamos a ver las dos formas principales de hacerlo:

Introducción larga huevo en bebés

Es el método que se ha hecho durante años, el más tradicional, por decirlo así. Consiste en ofrecer la yema separada de la clara durante cuatro días cada una, aumentando la cantidad progresivamente. Para esto, la forma más fácil de hacerlo es cociendo el huevo puesto que facilita la separación. El motivo de hacerlo así, es porque la clara suele dar más alergia que la yema y, hasta que no se introduce esta, no se manifiesta la reacción en la mayoría de ocasiones. Una vez que está la clara y por un lado y la yema por otro, se seguirán las siguientes pautas:

• Día 1: un cuarto de yema
• Día 2: media yema
• Día 3: tres cuartos de yema
• Día 4: yema entera
• Día 5: un cuarto de clara
• Día 6: media clara
• Día 7: tres cuartos de clara
• Día 8: yema clara
• Día 9: huevo entero

Introducción corta huevo en bebés

Actualmente, los últimos estudios indican que es imposible separar la yema del huevo de la clara, por lo que se podría acortar el tiempo de introducción a tres días. Mediante esta introducción, el huevo se puede ofrecer entero, en forma de tortilla, de huevo revuelto, rayado en el puré o cocinado con este. Hay veces, que el huevo cocido no da alergia y en forma de tortilla sí, ya que está menos hecho. Esto solo nos lo dirá la experiencia con nuestro bebé.

Es importante no ofrecer ningún alimento nuevo a la vez que el huevo durante todos los días que dure la introducción, para identificar el alérgeno correctamente. La elección del método de introducción depende de cada familia, siendo igual de válidos ambos y, lo más importante, es que el huevo esté muy bien cocinado para evitar infecciones como la salmonelosis.

La introducción lenta, permite conocer la cantidad exacta que come de huevo y, en caso de antecedentes de alergias familiares, puede funcionar mejor ya que es una exposición mínima al alérgeno y, en caso de dar alguna reacción en nuestro bebé, será más leve. Aún así, si hay alergias al huevo en la familia directa, lo mejor es consultar al pediatra acerca de cómo realizar la introducción del huevo.

El huevo se puede preparar de muchas formas, ya que es un alimento que admite muchos tipos de cocinado. Vamos a ver los tipos de preparación que puedes hacer:

• Si haces BLW o el bebé ya come entero se lo puedes ofrecer de muy diversas formas: frito, en tortilla (sola o con otros ingredientes), revuelto, cocido, en tortitas, en bizcochos… Conoce los beneficios del método Baby Led Weaning.
• Si come purés: puedes cocer el huevo batido junto con el resto de verduras para que sea muy fácil pasarlo por la batidora, o bien puedes cocerlo y rallarlo encima del puré.

Los bebés a partir de 6 meses de edad,pueden comer hasta un huevo al día, siempre y cuando esté incluido dentro de una dieta sana, variada y equilibrada que esté compuesta por cereales, legumbres, pasta, verduras, pescado, carnes… el bebé debe autorregular su alimentación y debemos hacer caso a sus señales de saciedad.

El huevo es un alimento muy versátil y da mucho juego en la cocina, sirviéndolo sólo o acompañado. Vamos a ver unos ejemplos de recetas que seguro que les van a encantar a vuestros bebés:

Tortitas

Mezclar un huevo, media manzana rallada, 45gr. de harina y 90gr de bebida vegetal. Echar una cucharada en una sartén con una gotita de aceite y dorar por ambos lados. ¡A disfrutar!

Revuelto de calabacín y champiñones

Dorar en una sartén champiñones cortados en tiras finas. Cuando estén dorados, agregar el calabacín, dejar a fuego medio durante dos minutos y añadir un huevo batido. No dejar de remover hasta que el huevo esté cuajado.

Puré de verduras y huevo

Cocer las verduras que elijas (zanahoria, puerro, judías verdes…) y, al final de la cocción, añadir un huevo batido y dejar en el fuego 5 minutos. Pasar todo por la batidora.

Tortilla de tomate

Rallar un tomate natural a una sartén con una gota de aceite, dejar dos minutos a fuego medio y añadir un huevo batido hasta que se cuaje.

En definitiva, el huevo es un alimento que va a aportar a los bebés multitud de proteínas y vitaminas para su correcto desarrollo. Puedes elegir la forma de introducción con la que la familia se sienta más cómoda, seguro que a tu bebé le encantará.

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