Cómo evitar los terrores nocturnos en niños

Cómo evitar los terrores nocturnos en niños

Los terrores nocturnos son un tipo de trastornos de sueño que se presentan de forma más frecuente durante la infancia. Para los padres y madres puede llegar a ser una situación bastante estresante y no saben muy bien cómo afrontarlos, ya que los niños y niñas lloran, gritan, se levantan, abren los ojos, pero realmente siguen dormidos.

En este artículo de paraBebés veremos cómo evitar los terrores nocturnos en niños, explicando qué son los terrores nocturnos, cuándo empiezan a sufrirlos los niños y niñas, cómo evitar las pesadillas y cómo tratarlos en casa.

Qué son los terrores nocturnos

Los terrores nocturnos son alteraciones del sueño infantil que, según los expertos, no tienen una causa definida. Algunos medicamentos, los horarios de sueño irregulares, la fiebre, la inmadurez cerebral o los progenitores que hayan sufrido terrores nocturnos de pequeños, pueden potenciar el sufrimiento de este trastorno.

Los terrores nocturnos se caracterizan por presentar las siguientes señales:

  • El niño o niña se mueve inquieto, se sienta en la cama, da vueltas... no tiene control sobre su propio cuerpo.
  • Además, gime, grita o llora fuertemente, expresando un profundo miedo o terror.
  • Respiración y ritmo cardíaco acelerado.
  • No responde a tus llamadas de atención, a lo que le digas o a lo que le hagas.
  • Dura unos minutos y, después, vuelve a tranquilizarse y a dormir con normalidad.
  • A la mañana siguiente, los niños y niñas no recuerdan lo sucedido.

Normalmente, durante la noche se producen unos 5 o 6 ciclos de sueño que reúnen episodios de descanso completo con episodios de vigilia donde se producen sueños y pesadillas. Los terrores nocturnos suelen suceder a partir de las tres primeras horas de la noche, encuadrándose dentro de la fase de sueño REM, es decir, en los momentos en los que no se producen sueños, mientras se enlaza una fase de sueño con la siguiente.

Cuando empiezan los terrores nocturnos

Los terrores nocturnos pueden aparecer a cualquier edad, pero se presentan con más frecuencia entre los 2 y los 12 años de vida. Son un trastorno que se produce en un bajo porcentaje de personas y, la mayoría de ellas, tienen algún familiar que también los padece o los ha padecido en algún momento.

En ciertas ocasiones pueden ser confundidos con las típicas pesadillas que todos conocemos, pero tienen orígenes y síntomas muy diferentes. A continuación, vamos a ver qué son las pesadillas y cómo podemos intentar evitarlas.

Qué son las pesadillas y cómo evitarlas

Las pesadillas son sueños intensos en los que se presenta algún miedo o terror que puede parecer real. En el caso de los niños y niñas, puede que se despierten muy asustados, llenos de sudor, llorando y con mucha dificultad para volver a conciliar el sueño de nuevo. Tu presencia hará que se tranquilice y podrá recordar cómo ha sido exactamente su pesadilla.

Este fenómeno del sueño no se puedee evitar, pero hay ciertos consejos que puedes seguir para reducir la presencia de las pesadillas, sobre todo:

  • Tranquiliza a tu hijo o hija frente a los miedos que surjan durante el día.
  • Hazle saber que no está solo y que, si se despierta con miedo, estarás ahí para tranquilizarle.
  • Atiéndele de inmediato.
  • Habla con él/ella sobre los sueños y recuérdale que no son algo real.

Además de esto, podemos aplicar una serie de remedios caseros para tratar de aliviar o reducir estos trastornos del sueño que tanto preocupan a madres y padres. Sigue leyendo para descubrirlos.

Cómo tratar los terrores nocturnos en niños

Los terrores nocturnos no tienen ningún tratamiento específico ni podemos hacer nada para evitarlos. Como hemos visto, en el 80% de los casos se debe a causas hereditarias que no podemos modificar. Cuando el sistema nervioso madura, alrededor de la adolescencia, los terrores nocturnos suelen desaparecer por sí solos. Aun así, vamos a ver qué podemos hacer nosotros.

Los remedios caseros y tratamientos para el terror nocturno que funcionan son:

  • Utiliza rutinas de sueño con tus hijos e hijas. Les ayudará a conciliar el sueño y a descansar mejor.
  • Mantén la calma en esos momentos.
  • No trates de despertar a tu hijo o hija, solo trata de que no haya nada con lo que pueda hacerse daño.
  • Reduce su estrés con actividades lúdicas y deportivas para ellos.
  • Lee los prospectos de los medicamentos que tome por prescripción médica, muchos de ellos pueden causar terrores nocturnos.
  • Si se producen a una hora fija todos los días, puedes despertar al niño o niña unos 15 minutos antes de que suceda, en un ambiente tranquilo que le facilite volver a dormirse después.

En definitiva, los terrores nocturnos son una alteración con muy poca tasa de frecuencia que se presenta principalmente durante la infancia y que no tiene ningún efecto negativo en su desarrollo. Crear rutinas y establecer horarios fijos para dormir y despertarse, pueden ayudar a reducir su aparición, pero no podremos evitarlos de ninguna forma si aparecen.

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Bibliografía
  • Sesé, O. (21 de octubre de 2019). Pesadillas y terrores nocturnos. Recuperado de: https://www.babyremcoach.com/pesadillas-y-terrores-nocturnos/