
El color del flujo en las primeras semanas de embarazo es normal que sea blanco o transparente, también que sea abundante y espeso. El aparato reproductor femenino de las mujeres en edad fértil, desde los 12 hasta los 50 años aproximadamente, se prepara cada mes para anidar un óvulo fecundado en el útero y formar a un bebé. Por ello, a lo largo de cada ciclo menstrual, son numerosos los cambios que se producen en el cuerpo, siendo la llegada de la menstruación el más llamativo de todos.
No obstante, hay otros tipos de fluidos que desempeñan una función fundamental en la concepción, como es el flujo vaginal. Si lo observamos detenidamente cada día, podemos ver los cambios que se producen en él y nos puede ayudar a predecir un embarazo. En este artículo de paraBebés vamos a ver cómo es el flujo en las primeras semanas de embarazo.
Cómo es el flujo de una recién embarazada
Para conocer cómo es tu flujo y cómo se producen esos cambios, es necesario que lo observes todos los días y anotes en una tabla su aspecto y consistencia, de forma que puedas comprobar cómo va variando de seco a grumoso o elástico. Para ello, debes fijarte en el flujo exterior, ya que el interior de la vagina siempre se encuentra húmedo.
Al comienzo del embarazo la mujer produce más estrógenos y, tras la implantación aumenta el flujo de sangre que va hacia la vagina. Los niveles de estrógenos aumentan tanto que los cambios hormonales producen cambios en el cuerpo de la mujer, entre ellos aumento del fluido cervical. A lo largo del embarazo se va formando un tapón mucoso que actúa como barrera para proteger el útero de la embarazada. Por eso, el flujo de una mujer embarazada de pocas semanas es abundante y de color blanco o transparente.
¿El flujo blanco es síntoma de embarazo?
El flujo va cambiando a lo largo de todo el ciclo de la mujer y puede ser uno de los síntomas tempranos de embarazo. Pero para poder identificarlo correctamente, vamos a ver detalladamente cómo es el flujo:
- Inicio de la menstruación: se caracteriza por ausencia de flujo y comienzo del sangrado propio de la regla
- Después del período: hay ausencia de flujo, son unos días secos que van dan paso poco a poco a un flujo espeso, grumoso y escaso.
- Ovulación: el flujo se vuelve abundante y elástico, muy similar a la clara de huevo crudo. Indican que es el período más fértil de la mujer y son el medio idóneo para que los espermatozoides lleguen a fecundar el óvulo.
- Fase lútea: una vez que acaba la menstruación el flujo vuelve a ser pegajoso o incluso a desaparecer dando lugar a una etapa seca.
Si se produce la fecundación del óvulo y su posterior implantación en el útero, es habitual mantener cierta cantidad de flujo durante la fase lútea, un flujo blanquecino y abundante causado por el aumento de los niveles de estrógeno que ayudará a mantener al futuro bebé libre de infecciones. Es uno de los primeros síntomas de embarazo menos conocido, aunque no siempre ocurre.
La observación del flujo menstrual para lograr o impedir un embarazo es conocido como el “Método Billings”, pero no debe usarse como método anticonceptivo sin antes consultarlo con el o la médico y sin tener una pareja estable debido al riesgo de contraer alguna enfermedad de transmisión sexual.

¿Puedo estar embarazada sin tener flujo?
Uno de los principales responsables del aumento del flujo durante el embarazo es el nivel de estrógeno. Esta hormona sexual femenina producida por el ovario hace que las secreciones vaginales aumenten, pero en muchas ocasiones puede tardar en verse.
Hay mujeres que comienzan a tener flujo abundante desde antes de la primera falta de menstruación, es uno de los posibles síntomas de embarazo en las primeras semanas, pero otras no lo experimentarán hasta pasadas unas semanas de gestación y también es completamente normal. Además, cuando se acerca la fecha del parto, durante el tercer trimestre de embarazo, también es habitual que el flujo aumente.
Tipos de flujo en el embarazo
Durante el embarazo, las secreciones vaginales son diferentes a las del ciclo menstrual debido a los cambios que se están produciendo en el organismo y a las hormonas implicadas en ellos. Los tipos de flujo que puede experimentar la mujer embarazada durante las primeras semanas son los siguientes:
- Leucorrea: es el flujo más habitual, blanco, lechoso y abundante que puede necesitar un salva slip para que no manche la ropa interior.
- Flujo transparente: también es totalmente normal, pero ante su aparición, si es abundante y regular, debemos comprobar que no se trata de pérdidas de líquido amniótico-
- Flujo líquido: la irrigación sanguínea de toda la zona pélvica aumenta durante las primeras semanas de gestación, por lo que puede producir más flujo y que este sea más líquido o aporte más sensación de humedad.
- Flujo rosado: puede aparecer durante uno o dos días un flujo con hilos de sangre o rosado debido al sangrado de implantación del embrión. Es muy escaso y de duración muy corta.
- Flujo marrón: también es normal y puede tratarse del sangrado de implantación o de restos de sangre antigua del útero. Normalmente es muy escaso, como al principio o al final de la menstruación.
- Flujo beige: el flujo beige o marrón clarito se trata de lo mismo que hemos comentado anteriormente, es decir, restos del sangrado de implantación mezclados con flujo blanco.
- Flujo amarillo: el flujo amarillo puede indicar infección, pero hay que distinguir dos tipos. Si lo ves en tu ropa interior y hay ausencia de picor o de olor fuerte, se trata de flujo oxidado y es normal. En caso de que se acompañe de picor o de olor, se puede tratar de una infección que debe valorar el médico.
- Flujo verde: el flujo vaginal de color verde no es normal. Es un síntoma de infección que debe ser valorada por un médico o médica. Puede acompañarse de olor y/o picor.
Cuándo flujo es peligroso en el embarazo
Los casos en que el flujo supone un riesgo para la salud son cuando es verde o amarillento, si tiene olor desagradable, como a podrido o a pescado, si es espumoso y si sientes dolor al orinar. Algunas de las causas que pueden provocar un flujo extraño son:
- Vaginosis bacteriana: son los conocidos hongos. Son muy comunes en mujeres jóvenes pero son fáciles de tratar con antibióticos cuando no se está embarazada. Sin embargo, durante el embarazo no se pueden tomar los mismos medicamentos siempre, por eso si tu flujo huele mal o cambia su textura o color acude al médico para que pueda ponerle remedio.
- Clamidia: es un tipo de enfermedad vaginal que se transmite sexualmente. Suele provocar ardor o dolor al orinal o al mantener relaciones sexuales, además de mucho flujo vaginal. El tratamiento suele ser mediante antibióticos, no obstante al estar embarazada el ginecólogo será el que mejor te recomiende.
- Enfermedad inflamatoria pélvica: es una patología que no solo afecta al útero sino también las trompas de Falopio. Produce dolor abdominal y secreciones vaginales con olor desagradable además de relaciones dolorosas o incluso fiebre. Es una enfermedad más grave ya que puede producir infertilidad y podría producir daños durante el embarazo. Por eso es importante tener en cuenta sus síntomas, además del flujo vaginal y acudir al médico cuanto antes.
Ante cualquier duda acerca de tu flujo o de la aparición de síntomas asociados como picor u olor fuerte, es imprescindible acudir al servicio médico cuanto antes.
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- Díaz-Jiménez, D. (marzo – abril de 2018). Cambios en el flujo vaginal durante el embarazo. Recuperado de: https://zonahospitalaria.com/cambios-en-el-flujo-vaginal-durante-el-embarazo/