Cómo destetar a un niño o niña de 2 años

Uno de los momentos más duros de la lactancia suelen ser las tomas nocturnas, ya que suelen ser numerosas y desvelar a la madre, haciendo que su sueño no sea de calidad y que arrastre su cansancio durante todo el día siguiente. Es uno de los motivos por los que, llegando a esta edad, muchas madres deciden destetar a los niños o niñas de 2 años. La forma de destetar a un bebé por la noche va a depender de varias cosas como, por ejemplo, de si hace colecho contigo o si duerme en su habitación.

Colecho

Si el niño o niña duerme en la misma habitación que tú y quieres destetarle, puedes intentar separaros por la noche. O bien que duerma en su habitación o que duerma con otra persona diferente a ti. Así cuando se despierte, no buscará la teta desesperadamente y puede buscar otras opciones para dormirse.

Su habitación

En caso de que el bebé duerma en su habitación y te levantes a darle sus tomas nocturnas, puedes explicarle que esa noche no habrá teta para dormir, intentando distraerle con otros recursos como cuentos, canciones, caricias… con esa edad ya son capaces de entender este tipo de cosas, pero no por ello tienen que ceder. Hay que ser constante. El cuento “La teta cansada” de Montse Reverte, puede ayudar a los niños o niñas con el destete nocturno.

En cualquiera de los casos, debemos dialogar con nuestro hijo o hija, explicarle la situación y hacerle comprender que por la noche no va a poder mamar. No debemos ignorar al niño o niña y no debemos dejarle llorar desconsoladamente si quiere teta y no se la damos. Tenemos que ser respetuosos, cargarnos de paciencia y buscar recursos que le ayuden a dormir. No todos los bebés llevan bien este cambio porque es bastante drástico para ellos, ya que es lo que llevan conociendo toda su corta vida.

Si lo que queremos es destetar por completo a nuestro hijo o hija de dos años, tanto por la noche como por el día, será algo más sencillo puesto que durante el día podemos distraerle con más facilidad.

Lo más importante de todo es no ofrecer el pecho bajo ningún concepto, pero tampoco prohibírselo. Con dos años, la alimentación de los niños y niñas debería ser igual que la de los adultos, por lo que con una dieta variada tendrá cubiertas sus necesidades nutricionales sin tener ninguna carencia. Aquí puedes ver ideas de desayunos para bebés de más de 1 año.

La leche materna sigue siendo un buen complemento a la alimentación a esta edad, pero no fundamental, por lo que podemos destetarle con tranquilidad si es nuestro deseo. En caso de que nuestro hijo o hija nos pida teta, podemos distraerle con algún juguete, contarle alguna historia, ofrecerle comida o agua con el objetivo de desviar su atención. Además, a esta edad las tomas diurnas suelen ser más espaciadas y serán más fáciles de eliminar que las nocturnas.

La lactancia materna crea un vínculo entre madre e hijo o hija, por lo que dejar de dar el pecho, debería ser una decisión tomada por los dos. Por lo general, un destete natural y decidido por el bebé, se suele dar más allá de los dos años y, si este es decidido únicamente por la madre, seguramente cueste un poco más de tiempo y se conoce como “destete dirigido”, y el niño o niña es totalmente consciente de la situación. Vamos a ver unos consejos para llevarlo a cabo de forma respetuosa:

• Estar a su lado: debemos suplir la “falta” de tomas del pecho con otro tipo de gestos de afecto. Como hemos mencionado anteriormente, la lactancia crea un vínculo muy fuerte entre madre y bebé y no debemos hacer sentir mal a nuestro hijo o hija quitándole la teta. Dale muchos más abrazos, besos, caricias… que sienta que estás cerca y que vas a estar cuando te necesite, todo ello le ayudará a superar esa situación.
• Ni ofrecer pecho ni negárselo, como hemos comentado en el apartado anterior.
• Distraerlo o distraerla con otros estímulos y cosas que les llamen la atención.
• Usar recursos como cuentos o canciones, ya que les ayuda a comprender mejor el mundo que les rodea.

Con estos consejos conseguiremos que poco a poco el niño o la niña vaya demandando menos pecho. Así, se reducirán las tomas y ninguno de los dos sufrirá. El bebé se acostumbrará a no mamar y la madre no sufrirá ningún trastorno como mastitis ya que su producción de leche irá disminuyendo progresivamente.

En definitiva, si crees que ha llegado la hora de dejar de dar el pecho a tu bebé, lo mejor es ponernos en su lugar, respetar sus ritmos y, sobretodo, tener paciencia, mucha paciencia.

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