Cómo ayudar a un niño tímido

Cómo ayudar a un niño tímido

Cada persona es diferente, no desarrollamos las mismas capacidades, ni competencias, ni habilidades, ni comportamientos. Durante la infancia se genera una carga importante del carácter del futuro adulto, y ya pueden hacerse visibles algunas características que acompañarán a la persona.

Las cualidades que van adquiriendo cada niño, dependen de la genética, del ambiente y de cómo haya percibido las situaciones y experiencias que ha ido viviendo, sin embargo, el adulto debe estar pendiente de que no se conviertan en un problema. En el caso de la timidez, se puede llegar a convertir en patológica, sino se le proporcionan al niño las herramientas suficientes. En este artículo de paraBebés, os contamos cómo ayudar a un niño tímido a través de consejos y actividades.

La timidez en a infancia

Un niño que se muestra tímido, normalmente, expresa retraimiento, dificultad de interacción, están incómodos en grupo y tratan de escapar de la situación con el fin de no establecer relaciones sociales.

La timidez no es una cualidad negativa, sin embargo, puede convertirse en un verdadero problema, cuando al niño le dificulta su relación con los demás, cuando se agobia y trata de huir y, en definitiva, cuando se encuentra en un contexto social y lo pasa mal.

¿Cómo saber si la timidez es excesiva en niños? Si la respuesta del niño ante una reunión de grupo es negativa y la traslada aislándose, no hablando, mostrándose inseguro o no participando, hay que tomar medidas para que, dentro de sus posibilidades, pueda enfrentarse a estas situaciones sin que lo vivencie con exceso de angustia.

Normalmente, muestran mayor timidez y retraimiento cuando el grupo es desconocido para él, no obstante, en grupos que le son conocidos como son sus compañeros de clase, tampoco se relaciona en exceso, le cuesta hablar en público y logrará interaccionar con un grupo muy reducido de personas.

Características de los niños tímidos

Los niños tímidos y retraídos se pueden identificar por lo siguiente:

  • No participan en el aula. Probablemente, en multitud de ocasiones el maestro haga una pregunta en voz alta, y aunque la conozca, con tal de no hablar en público, no levantará la mano. Son niños que pasan bastante desapercibidos y prefieren que no se les vea demasiado. Si tienen que hacer alguna exposición delante del grupo, lo pasan mal y eso se refleja en su expresión corporal, así como en algunos indicadores fisiológicos que nombraremos más adelante.
  • Problemas para relacionarse con el grupo de iguales. Poseen carencias de habilidades sociales, y su falta de estrategia para interactuar con los demás, puede parecer a los ojos de los demás, como un niño altivo y arrogante que no quiere relacionarse, cuando la realidad es que le faltan recursos para poder hacerlo y llega incluso a bloquearse y no mediar palabra, cuando le hacen una pregunta.
  • Escasa expresión emocional. Un niño extrovertido, no duda en manifestar sus emociones tanto la alegría y entusiasmo que le genera una situación, como el dolor, la frustración y la rabia, esto sucede porque tiene confianza en sí mismo, se siente seguro y forma parte de él compartir sus emociones y sentimientos con los demás. Sin embargo, un niño tímido va a mostrar mayor dificultad en expresar y canalizar emociones y sentimientos, y parte de ello, no solo se debe a su timidez, sino que se siente menos seguro y posee menor confianza en sí mismo.
  • Causas psicofisiológicas. La manifestación de la timidez, no solo se centra en conductas, también lo hace en aspectos físicos y visibles como son el nerviosismo por parte del niño, una postura corporal cerrada protegiéndose inconscientemente de la amenaza e indefensión que siente al estar en público, sudoración, rubor en las mejillas e incluso tartamudeo al hablar.
  • Aislamiento. Un niño tímido, tiene mayor dificultad para relacionarse satisfactoriamente en un grupo, la tendencia va a ser el aislamiento por su parte al no participar, y por los demás miembros del grupo, que de forma inconsciente y si su naturaleza es extrovertida, irán alejando al menor del grupo. Sobre esto, el niño puede generar un concepto de sí mismo algo negativo y sentirse rechazado, cuando la realidad es, que le faltan estrategias para adaptarse e integrarse al grupo.

Causas de la timidez

Hay diferentes tipos de causas, pero normalmente, se establecen en dos grandes grupos, las genéticas y las ambientales.

  • Genéticas. Aproximadamente el 10% de los bebés que desarrollan inhibición ante lo desconocido, inician conductas tímidas a partir de los 21 meses. Este patrón de conducta puede instaurarse de forma permanente en el carácter del niño durante la infancia, convirtiéndose en una timidez patológica. La tendencia es que, si la madre es tímida, el niño también lo sea.
  • Escasa interacción con iguales. Si un niño ha tenido pocas oportunidades de relacionarse con otros niños de su misma edad o similar, es probable que desarrolle conductas de timidez, al no poseer suficientes estrategias sociales para desenvolverse en grupo.
  • Experiencias vividas. No hace falta que el niño haya vivido situaciones negativas para que las recuerde como hechos angustiosos. Si ha experimentado momentos caracterizados por la frustración, la inseguridad y la desprotección, la respuesta más probable va a ser la inhibición.
  • Apego inseguro. Si el niño percibe por parte de sus figuras de referencia falta de atención, distanciamiento emocional y carencia de respuestas afectivas que le hagan sentir seguro, el niño manifestará un comportamiento tímido y de inhibición.

Consejos para ayudar a niños tímidos

Algunas pautas para ayudar a los niños tímidos e inseguros, tanto en el aula como en casa, son las siguientes:

  • Apoyo. Un niño tímido y que le cuesta interaccionar con otras personas y en público, es un niño que lo pasa mal en este tipo de situaciones, y lo que más necesita es el apoyo y comprensión de las personas con las que tiene establecido un vínculo afectivo.
  • No ridiculizar. Si se deja en evidencia al niño por su timidez, delante de un grupo, el menor va a pasarlo muy mal, sintiéndose incapaz de gestionar lo que está viviendo y considerando que es un humillación y una traición por parte de una persona importante para él.
  • No forzar. Muchas veces los adultos forzamos a los niños a que hagan cosas que no quieren delante de otras personas, con las famosas muletillas de "a ver cómo se dice" o "esto cómo se baila", y frases del estilo que presionan al niño a interactuar cuando no quiere y sintiéndose mal por no hacerlo. Hay que dejarles que decidan cuándo y cómo están preparados para interaccionar.
  • No juzgar. Su personalidad es única y un rasgo de personalidad, como la introversión, no es correcto ni incorrecto.
  • Respetar su tiempo. Para ayudar a niños tímidos es importante respetar su tiempo para ayudar a que se sientan más seguros, relacionado con el punto anterior.
  • Acompañamiento. Respetar al niño y a ritmo de interacción, si le acompañamos a enfrentarse a diferentes situaciones que le generan angustia, se va a sentir más seguro y capaz de lograrlo, no hay prisa y él irá marcando su propia velocidad conforme se vaya sintiendo más cómodo.
  • Apego seguro. Como hemos visto, el apego inseguro es una de las causas de la timidez y los factores que la mantienen. Por tanto, para ayudar a un niño tímido, es importante crear un apego seguro.
  • Educación emocional. Cuando mayor conocimiento tengan sobre sus estados emocionales, más sencillo será que aprendan a autorregularlos. Se puede trabajar la educación emocional desde infantil, hablando de las emociones, mostrándolas y respetándolas todas.
  • Autoestima. Fomentar la autoestima también es crucial para que el niño o niña tímido/a vaya confiando en sus capacidades para afrontar las situaciones sociales.
  • Observación. Observa en qué situaciones y con qué personas el niño tímido y retraído se siente un poco más cómodo y anímale a estar en ese ambiente. Luego, puedes ir añadiendo poco a poco nuevos elemenos o escenarios. Observa si hay alguna actividad que le guste practicar. Toda esta información servirá para poder ayudarle mejor.
  • Relajación. Las técnicas de relajación pueden ayudar al niño a manejar los momentos de nervios o malestar. Aquí puedes ver algunos ejercicios de relajación para niños.

Actividades para enfrentarse a la timidez

¿Cómo ayudar a los niños tímidos y vergonzosos en el aula? Hay muchas alternativas, pero lo más importante, es partir de la premisa de que el niño se encuentre cómodo y seguro de cada paso que va dando. Veamos 3 actividades para niños timidos e inseguros:

  • Dibuja la timidez. En un momento de tranquilidad, se le puede proponer al niño que dibuje la timidez y cómo la ve él en determinadas situaciones, las formas, los colores y lo que vaya expresando verbal o corporalmente mientras realiza el dibujo, dirán mucho de cómo se siente.
  • Describiendo. Podéis hablar de las emociones en general, como por ejemplo, en qué situaciones os ponéis contentos, tristes, cuándo os asustáis, tenéis miedo y también en qué momentos experimentáis vergüenza. Una vez llegado a este punto, deteneros y hablad sobre lo que sentís cuando sentís timidez, si tú también lo compartes, el niño se mostrará más abierto para expresar sus sentimientos.
  • Vergüenza animal. Esta actividad para niños tímidos y vergonzosos consiste en preguntarle al niño que si su timidez fuese un animal qué animal sería, una vez responda, se puede continuar con preguntas del tipo ¿Por qué has escogido ese animal? ¿Cómo actúa? ¿Cómo se defiende? ¿Qué le gusta? ¿Quiénes son sus amigos? Esta dinámica proporciona mucha información.

Si deseas leer más artículos parecidos a Cómo ayudar a un niño tímido, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Desarrollo y crecimiento del niño.

Bibliografía
  • Pineiro, B. (2015). Educar Las Emociones En La Primera Infancia.: Teoría Y Guia Práctica Para Niños de 3 a 6 Años. Createspace Independent Publishing Platform.