Cómo ayudar a mi bebé a hacer caca

A veces observamos al niño lactante que está haciendo fuerza para hacer caca, incluso se pone colorado, pero no le sale. Y la próxima vez que hace caca es de consistencia blanda. Esto se llama “disquecia” y no hay que confundirlo con estreñimiento. Con lo cual, es importante conocer la causa de ese posible estreñimiento para saber si verdaderamente lo es.

¿Por qué puede ser que un bebé lactante no haga caca? Estos son los motivos más comunes por los que un bebé lactante no hace caca:

• Disquecia. Es cuando el bebé no es capaz de hacer caca aunque tenga ganas de hacerlo, se debe a una falta de coordinación de los músculos y esfínteres, por su inmadurez. Digamos que tiene que “aprender a hacer caca”, porque el pequeño empuja, pero no se relaja su esfínter anal para que salgan las heces.
• Deshidratación. El bebé no toma los suficientes líquidos y le cuesta más evacuar, ya que las deposiciones se vuelven más duras.
• Leche de fórmula. Debido a su composición, la leche de fórmula es más pesada y algo más difícil de digerir que la leche de la madre, por ello pasa más tiempo en el intestino y tarda más en salir.
• Alimentación complementaria. La introducción de nuevos alimentos en la dieta del bebé puede que le produzca cierto estreñimiento.

Debemos recordar que cada bebé tiene su propio ritmo intestinal, al igual que los adultos. Lo que es normal para unos, como ir todos los días al baño, para otros no. Mientras las caquitas sean blandas, no hay necesidad de preocuparse.

En cambio, si muestra algunos de estos signos, debemos estar alerta y lo mejor es acudir al pediatra, para que pueda realizar su valoración:

• Si hay estreñimiento los primeros días de vida.
• Las heces son muy duras y secas.
• Si encontramos restos de sangre en las cacas.
• Si se muestra intranquilo y parece que tiene molestias en la tripita.
• Hace menos deposiciones de lo acostumbrado y se mantiene en el tiempo.
• Tiene cólicos y gases continuos, con lo cual llora mucho. En el siguiente artículo encontrarás la información necesaria para poder identificar si el bebé tiene cólicos.
• Si aparecen vómitos junto al estreñimiento.

En caso de que las heches de tu bebé sean de algún color en particular, en los siguientes artículos encontrarás más información sobre la caca amarilla y la caca verde en bebés.

Lo habitual será que el bebé haga un mínimo de 2-3 deposiciones al día durante sus primeros dos meses de vida, y que haga caca cada vez que tome pecho. Si es un niño alimentado a biberón, lo normal es que haga menos veces caca debido a la composición de la leche de fórmula, que es más difícil de digerir que la leche materna.

Pero no podemos decir un número exacto de días que puede estar un bebé sin hacer caca, porque hay niños que hacen varias veces al día, otros no durante 3 días, una semana, algunos 12 días e incluso hay bebés que tardan todavía más tiempo y ser completamente normal, ya que no es estreñimiento mientras las heces sean blandas y no produzcan molestias, no hay que preocuparse.

Hay que actuar cuando existe verdadero estreñimiento, que consiste en hacer deposiciones duras, en forma de bolas, poco frecuentes y que producen molestias, cólicos e incluso fisuras.

Entonces el truco para diferenciar si es estreñimiento o no, en vez de fijarnos en la frecuencia con la que hace caca el bebé, tendremos que estar más atentos al esfuerzo que realiza para expulsar, la consistencia (dura o blanda) y el aspecto (bolitas).

Ante las preguntas de los padres y madres: "¿Cómo ayudar a un bebé a hacer popó?" o "¿Cómo estimular al bebé para hacer caquita?" es importante conocer las siguientes recomendaciones:

1. Disquecia: en unas semanas desaparecerá, en cuanto el bebé comience a coordinar sus movimientos. No necesita ningún tipo de tratamiento, solamente paciencia.
2. Leche “antiestreñimiento”: en el mercado existe esta variedad de leche para los bebés que se alimentan con leche de fórmula y que tienen problemas para hacer caca. Otra opción sería consultar a tu pediatra para ver si puedes rebajar el biberón añadiendo un poco más de agua, así será más líquido.
3. Dieta rica en fibra: si el bebé ya ha comenzado la alimentación complementaria, le podemos ofrecer más cantidad de frutas y verduras, legumbres y cereales, siendo los integrales la mejor opción al contener mayor cantidad de fibra, lo que favorece la evacuación.
4. Hidratación: aumentar la ingesta de líquidos para que las heces no sean tan duras, poniéndolo más veces al pecho o más biberón. Si el bebé toma más alimentos a parte de la leche, se le puede ofrecer agua, algún zumo natural de frutas y calditos de verdura o pollo.
5. Masajes: con ayuda de un aceite natural especial para la piel de los bebés, podemos realizar un pequeño masaje en su tripita con nuestras manos, siendo importante que se haga siempre en sentido de las agujas del reloj. Se hace de esta manera porque ese es el recorrido de las heces a través del colon, y no al revés.
6. Flexionar las piernas: si llevamos sus piernas dobladas hacia su abdomen mientras está tumbado, ayudamos a que las heces hagan presión sobre el esfínter anal y salgan más fácilmente. Lo haremos suavemente, con cuidado de no aplicar mucha fuerza.
7. Ejercicio: fomentar el movimiento a través del gateo. Otra forma sencilla es “hacer la bicicleta” con él, realizando movimientos circulares con las piernas como si estuviera pedaleando. Con ello se favorece el tránsito intestinal.
8. No dar laxantes sin supervisión: antes de dar algún laxante, supositorios o remedios caseros se tiene que consultar primero al pediatra. Esto es muy importante, porque de lo contrario podemos ocasionar algún daño al bebé si no se trata realmente un estreñimiento.
9. No estimular el ano: es cierto que si estimulamos el ano del bebé con un termómetro le estamos ayudando a hacer caca. Pero esta práctica está totalmente desaconsejada, porque a largo plazo el bebé se acostumbrará a que lo estimulen con el termómetro y no conseguirá hacerlo de otra manera, agravando el problema.

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