Cómo afecta el alcohol en el embarazo

Las investigaciones realizadas en el campo del consumo de alcohol en el embarazo no han aportado suficientes datos para establecer la cantidad exacta y el tiempo de exposición que pueden llegar a ser dañinos. La ausencia de información puede llevar a pensar que únicamente es peligroso para el bebé cuando se ingiere en grandes cantidades y que, por el contrario, las copas moderadas no son perjudiciales, pero no es así.

Consumir alcohol en el embarazo, sobre al principio, puede provocar un aborto espontáneo, desencadenando efectos emocionales desfavorables de la futura madre, entre otras complicaciones.

Así pues, ante la duda de si se puede tomar alcohol en el embarazo, la respuesta es que las embarazadas deben limitar el consumo de alcohol a cero porque no es seguro. De hecho, se conoce como una neurotoxina, una sustancia con capacidad de afectar el funcionamiento del Sistema Nervioso Central, incluso en el período de lactancia, ya que también pasa a la leche materna.

Así pues, hay que tener precauciones a la hora de ingerir alcohol. Como más alcohol se ingiera, mayor riesgo corre el feto de presentar daños a nivel cerebral, dado que el cerebro es un órgano en desarrollo durante todo el embarazo. Estos daños también pueden afectar otros órganos del cuerpo.

Los mecanismos biológicos que ocurren en el cuerpo de las embarazadas al consumir bebidas alcohólicas se desconocen. Lo que sí parece estar claro es que el alcohol altera el equilibrio hormonal y modifica algunas funciones vitales, tanto en la madre como en el feto. Si te preguntas cómo afecta el alcohol en el embarazo, te mostramos cuáles son sus principales efectos:

• Aborto espontáneo.
• Parto prematuro, es decir, antes de las 37 semanas de embarazo.
• Bajo peso al nacer.
• Retraso de crecimiento dentro del útero.
• Desarrollo cerebral ineficiente.
• Síndrome de muerte súbita del lactante.
• Muerte intrauterina.

Síndrome de alcoholismo fetal

En casos más graves de abuso de alcohol, se puede produce el denominado síndrome de alcoholismo fetal (SAF) que ocasiona discapacidades congénitas, físicas y mentales irreversibles, específicamente en los bebés, como las siguientes:

• Cabeza pequeña.
• Bajo peso.
• Dificultad para aprender y memorizar.
• Hiperactividad.
• Déficit de atención.
• Trastornos del habla y el lenguaje.
• Coeficiente intelectual bajo.
• Deficiencias motoras.
• Problemas en otros órganos, incluidos el corazón y los riñones.

En el embarazo no está recomendado consumir ninguna bebida que contenga alcohol, porque no son seguras. Esto incluye los vinos blanco y tinto, la cerveza y los cócteles. En el caso de la cerveza sin alcohol, puede ser ingerida en el embarazo, ya que el componente de riesgo, que es el alcohol, no está presente. Además, aporta vitaminas, fósforo, minerales, fibra y antioxidantes.

La cerveza es conocida por su alto contenido de vitaminas del grupo B, que son fundamentales durante el embarazo para que el organismo cumpla con las funciones vitales de metabolismo celular y crecimiento del bebé. En definitiva, el consumo de cerveza sin alcohol en el embarazo puede ser beneficiosa, pero recuerda que el mejor consejo es evitar el consumo de alcohol en el embarazo.

El alcohol que se utiliza comúnmente, de forma comercia, farmacéutico o como antiséptico, es el isopropílico. En caso de inhalación prolongada, produce consecuencias desfavorables como las siguientes:

• Irritación de la piel y los ojos.
• Irritación de la nariz y la garganta.
• Dolor de cabeza. Si surge, en este artículo, te mostramos qué tomar para el dolor de cabeza en el embarazo.
• Pérdida del conocimiento.
• Confusión.
• Afecta al hígado y al riñón.

Así pues, no se recomienda la inhalación del alcohol isopropílico en el embarazo, puesto que éste puede llegar a ser tan tóxico como el alcohol etílico, produciendo alteraciones de tipo gastrointestinal y cerebrales, tales como nerviosismo o cambios de humor manifestados por exceso de euforia, y con posterior decaimiento.

En comparación con el alcohol tomado, con la inhalación es más complicado saber qué cantidad ha sido absorbida. Además, pasa a los órganos principales, como pulmón y cerebro, sin ser metabolizado. Por esta razón, los efectos son potentes e instantáneos. Además, las embarazadas o cualquier persona pueden sufrir sobredosis de alcohol inhalado fácilmente, cuyos efectos son negativos para la salud.

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