Causas de los linfocitos bajos durante el embarazo

Los linfocitos juegan un papel protector contra los microorganismos que invaden el cuerpo con fines dañinos. Cuando los valores se mantienen bajos durante largos períodos de tiempo, el cuerpo puede volverse susceptible a sufrir más infecciones que de costumbre. Las defensas se reducen durante el embarazo, ya que cuerpo es más vulnerable a factores externos por lo que el porcentaje de linfocitos varía a medida que avanza la gestación.

¿Qué pasa si tengo linfocitos bajos en el embarazo? Es bastante frecuente y, notablemente, el proceso de reducción ocurre entre la semana 25 y la semana 28 del embarazo. A partir de entonces, el recuento aumenta pero no alcanza valores estables o normales hasta después del nacimiento del bebé.

Así pues, tener linfocitos bajos en el embarazo significa que tu cuerpo está procesando la formación de tu bebé como el proceso invasivo de un cuerpo extraño, ya que está compuesto del material genético de ambos padres. Todo este fenómeno conduce a que se activen espontáneamente las funciones protectoras del organismo, en la cual los linfocitos son los protagonistas.

¿Cuándo es preocupante los linfocitos bajos? Los valores de linfocitos varían durante toda la gestación, oscilando entre 5.000 y 12.000 mm³. Si se produce una disminución abrupta de la cantidad de linfocitos, pueden presentarse infecciones recurrentes por bacterias, virus, hongos y parásitos que varían de intensidad dependiendo del sitio de la infección y del microorganismo que la cause.

Desde el inicio del embarazo, el sistema inmunológico de la mujer se debilita para evitar que pueda considerar al feto como un cuerpo extraño y lo rechace, debido a que también tiene antígenos paternos que son distintos a los maternos. De esta forma, se reducen los glóbulos blancos, los cuáles se encargan de eliminar las células invasoras en beneficio del feto.

En este sentido, los linfocitos bajos en el embarazo se deben a diferentes factores como el aumento natural de las hormonas maternas. A continuación, te detallamos cuáles y qué efectos tienen:

• Progesterona: reducción de la actividad linfática al reducir la resistencia de la reacción de la madre contra los antígenos del feto. Descubre más sobre la progesterona en el embarazo en este artículo.
• Corticoides: son inmunosupresores. De hecho, se utilizan para tratar alergias y otras enfermedades autoinmunes.
• Estrógenos: aumentan durante el embarazo hasta tal punto que reducen las respuestas inflamatorias.
• Gonadotropina coriónica: actúa directamente reduciendo un tipo de linfocito, concretamente, el linfocito T encargado de coordinar las respuestas inmunitarias celulares. Esta es la principal causa del recuento bajo de glóbulos blancos durante el embarazo.

Otras causas de los linfocitos bajos durante el embarazo pueden ser desnutrición, obesidad, alcoholismo y uso de otras drogas, así como niveles bajos de ácido fólico, hierro, selenio, zinc o vitaminas A, E, C y B6. En este artículo verás qué pasa si no tomas vitaminas durante el embarazo.

Es importante saber que un recuento bajo de linfocitos durante el embarazo no es una situación grave o alarmante, pero sí es necesario comprobar que todo marcha bien y la gestación avanza con normalidad. Sin embargo, ante resultados comprometedores, para tratar los linfocitos bajos en el embarazo es recomendable seguir las siguientes indicaciones, siempre bajo vigilancia médica:

• Consumir suplementos vitamínicos.
• Adoptar hábitos de vida saludables, por ejemplo, alimentación completa y saludable, ejercicio físico moderado y descanso adecuado.
• Evitar el alcohol y restringir los medicamentos tipo corticosteroides, de acuerdo a las indicaciones de su médico, para ayudar a mejorar los niveles de linfocitos.
• Aumentar los hábitos de higiene para evitar infecciones: lavarse las manos con jabón constantemente, lavar los alimentos, evitar los lugares con muchas personas y restringir el contacto con animales.

Cómo prevenir los linfocitos bajos en el embarazo

La mejor forma de prevenir los linfocitos bajos en el embarazo es que los padres se realicen pruebas de detección de enfermedades contagiosas antes de considerar la concepción, así como seguir todas las recomendaciones médicas para un tener un embarazo saludable.

Además, acudir a los controles prenatales durante los nueve meses es necesario para prevenir y controlar posibles complicaciones de salud durante el tiempo que el especialista considere conveniente. Los análisis de sangre, específicamente el hemograma, son útiles para subir los linfocitos en el embarazo.

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