¿Cada cuánto debe comer un bebe recién nacido?

La alimentación de los bebés debe ser a demanda, siempre que ellos lo soliciten.

¿Cada cuánto debe comer un bebé recién nacido? La única excepción que nos encontramos en con los niños y niñas recién nacidos que necesitan alimentarse de forma frecuente hasta que recuperan el peso de nacimiento ya que, cuando nace un bebé, es habitual que durante los primeros días tras el parto pierda algo de peso, que normalmente comprende entre un 5% y un 7% de su peso total de nacimiento. Una vez que comienzan a comer rítmicamente, van ganando poco a poco el peso perdido y lo superan rápidamente. Por ello, durante una o dos semanas, aproximadamente, su alimentación también debe hacerse a oferta, es decir, no dejar pasar más de tres horas entre toma y toma para que se mantengan hidratados y alimentados de forma correcta.

A partir de ahí, el tiempo entre biberón y biberón debe ser el que el bebé quiera. Para alimentar a un bebé con leche materna o con leche de fórmula debemos olvidarnos totalmente del reloj. Su alimentación debe ser totalmente a demanda independientemente de que quieran comer cada 10 minutos, cada 1 hora o cada 3 horas. No hay horario de lactancia.

Los bebés son capaces de autorregularse y van a pedir leche cuando la necesiten. Además, la succión es un calmante para ellos y una fuente de estimulación. En caso de bebés alimentados con pecho materno, no solo lo usan para alimentarse, sino que para ellos es apego, seguridad, confianza, amor... puede dar la sensación de que se pasan muchas horas en el pecho, pero es lo que necesitan en ese momento. Poco a poco sus tomas se irán espaciando y haciéndose más cortas.

Por lo tanto, los bebés deben comer siempre y cuando les apetezca y nosotros debemos anticiparnos a sus signos de hambre para que hagan las tomas de forma más tranquila. Cuando empiecen a moverse, bostecen mucho, o giren la cabeza buscando alimento es el momento de ofrecerles la leche.

Por otro lado, a lo largo de la lactancia existen una serie de crisis o brotes de crecimiento en la que los niños y niñas demandan más pecho, se muestran irritables durante las tomas y siempre parecen hambrientos. Solamente lo hacen para aumentar la producción de leche de forma que esta se ajuste a sus necesidades calóricas. Las crisis de lactancia más marcadas se producen a la semana de vida o a los 15 días, alrededor del mes y, la más marcada, a los 3 meses de edad. Es importante responder a su alta demanda durante esos momentos.

Una vez que sabemos que los bebés deben alimentarse a demanda sin tener en cuenta el reloj, nos queda claro que comen cuando a ellos les apetece, pase más o menos tiempo. Por lo tanto, el tiempo entre tomas en un bebé de un mes, que ya ha recuperado el peso del nacimiento, debe ser el que él mismo determine.

Antiguamente se pautaba dar las tomas a los bebés cada tres horas, entreteniendo al bebé con otras cosas si demandaba leche antes de ese tiempo o engañándole con agua, zumos o infusiones. Hoy en día, con los estudios que se han realizado, esta información queda totalmente desfasada puesto que puede poner en peligro la salud de los bebés.

No podemos obligar a comer al bebé cada cierto tiempo o alargar sus tomas porque consideremos que ha comido hace muy poco. Su estómago digiere la leche de forma rápida y puede que necesite alimentarse cada poco tiempo. Además, debemos recordar, como hemos mencionado anteriormente, que los bebés usan la succión para mucho más que alimentarse.

Ahora bien, ¿cuánta cantidad de leche debe comer un bebé? No hay una respuesta exacta para esta cuestión. Una vez más, debemos dejar en manos de los bebés esta decisión y dejarles comer la cantidad que ellos demanden, puesto que serán la que necesiten. Habrá bebés que coman más, bebés que coman menos y bebés que varíen las cantidades que ingieren en cada toma.

Si toman pecho, es imposible saber la cantidad que toman, puesto que no se ve toda la leche que sale. En caso de darles leche de fórmula, podemos guiarnos por las cantidades que establecen en las etiquetas cada fabricante, pero no será determinante. Para asegurarnos de que nuestro bebé toma la leche suficiente para él, debemos fijarnos en el biberón:

• Si se lo toma entero, debemos hacer un poquito más por si tiene hambre
• Si deja un poco, la cantidad preparada es la correcta

De esta forma nos aseguramos de que el bebé deja de comer porque está saciado y no porque se le haya acabado la leche. En este artículo explicamos cómo saber si un bebé se queda con hambre.

Los niños y niñas irán modificando las cantidades de comida y los tiempos entre tomas a medida que crecen, por eso, lo más importante es prestar atención a sus señales y alimentarles cuándo y cuánto quieran en cada momento.

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