Cada cuánto bañar a un bebé

En muchos hospitales el protocolo que siguen nada mas nacer un bebé es bañarle inmediatamente para limpiarle, vestirle, medirle, pesarle, etc. En los últimos años se ha demostrado que Esta práctica está desaconsejada por dos motivos principales:

• El vérnix protege a los bebés del exterior, tanto del frío como de las erosiones
• No se debe separar a madre y bebé para que puedan realizar piel con piel que les dará la tranquilidad que necesitan, regula su temperatura corporal y fomentará la instauración de la lactancia, entre otras cosas. Aquí puedes ver todos los beneficios del contacto piel con piel.

Entonces, ¿cuándo debemos bañar al recién nacido? Primero, debemos esperar a que el vérnix se reabsorba, que tardará uno o dos días en hacerlo por sí mismo. Teniendo en cuenta que esos días permaneceréis en el hospital, puede ser que te den la opción de bañarlo allí. Una vez en casa, no es necesario bañarle todos los días, con una o dos veces por semana será suficiente, siempre y cuando mantengamos la zona del pañal bien limpia. La higiene es importante, pero un exceso de la misma puede resecar la piel tan delicada y crear grietas o heridas. Además, los primeros días debemos secar muy bien la zona del ombligo después del baño hasta que éste se caiga. En el siguiente artículo encontrarás cómo curar el ombligo de un recién nacido.

Con un año de edad, los bebés son auténticos terremotos que no paran quietos ni un momento. Se interesan por explorar su entorno y ello conlleva a ensuciarse bastante ya que gatean, les gusta coger la comida con sus manos, empiezan a dar sus primeros pasos… por lo que la frecuencia de su baño también debe aumentar. A partir de esta edad, se bañará a los bebés en función de las preferencias de sus padres y madres, pudiéndose bañar todos los días si así lo desean.

Además, el baño diario puede marcar su rutina y ayudarle a organizar así las actividades que va realizando. Por lo general, es un momento que disfrutan mucho y les encanta jugar dentro de la bañera. Aprovecha esos ratitos para desarrollar su autonomía personal, incluyéndoles en sus rutinas de higiene y enseñándoles a identificar las partes de su cuerpo.

Como hemos visto, dependiendo de la edad que tenga nuestro bebé tendrá unas necesidades de higiene u otras. No sólo no es necesario bañar a un bebé menor de 6 meses todos los días, sino que no es recomendable. Aunque pensemos que mantener impoluta su piel es bueno, lo cierto es que una higiene excesiva puede crear el efecto contrario, resecando su piel y provocando erosiones, irritaciones o heridas. Una vez que el bebe cumple 6 meses aproximadamente, su movilidad comienza a aumentar y, en consecuencia, podemos ir ampliando la frecuencia de sus baños progresivamente.

Por lo tanto, la frecuencia del baño de un bebé va a depender de varios factores:

• Edad del bebé: los recién nacidos deben bañarse por primera vez a los 2 o 3 días de su nacimiento y, después, una o dos veces por semana. A partir de los 6 meses se pueden aumentar sus baños y, con un año, puede bañarse todos los días.
• Suciedad: si nuestro bebé se mancha mucho con la comida, vomita, se le sale la caca del pañal, etc., no pasa nada si le tenemos que bañar dos o tres días seguidos.
• Factores ambientales: si es verano y hace mucho calor, con un baño los bebés se relajan y les puede ayudar a descansar mejor.
• Preferencia de padres y madres: hay familias que usarán el baño como una rutina diaria, siempre a la misma hora y, esto, también puede ser beneficioso para ellos. Cada padre y madre decidirá cuándo y cómo bañar a su bebé.
• Lo más importante es mantener las zonas más susceptibles de ensuciarse totalmente limpias y, para ello, no es necesario el baño diario. Estas zonas son:
• Pañal: es preferible lavar a nuestro bebé con agua y jabón en cada cambio de pañal y secarle muy bien después.
• Manos: los bebés tocan todo y luego se llevan las manos a la boca, por lo que se las debemos lavar con frecuencia.
• Pliegues: en el cuello, en los brazos en las piernas, orejas… si queremos evitar irritaciones, debemos mantener los pliegues limpios y secos.
• Cara: sobretodo los ojos, nariz y boca que son las que más se pueden manchar.

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