A qué se debe el color de la leche materna

A qué se debe el color de la leche materna

La lactancia materna es la forma de alimentación más natural y barata que existe para alimentar a los bebés desde los inicios de la humanidad. En la actualidad, dependiendo de la cultura, de diversas costumbres, de la presencia de la leche artificial y de la falta de información, sobre todo, muchas mujeres desconocen todos los beneficios que tiene en la salud de los bebés y futuros adultos.

Entre sus peculiaridades, la leche materna tiene el poder de cambiar su composición para adaptarse a las necesidades de cada niño y niña a lo largo de su desarrollo, cambiando también su color. En este artículo de paraBebés explicaremos a qué se debe el color de la leche materna.

Beneficios de la lactancia materna

La leche materna es el alimento que mejor va a responder a las necesidades de los recién nacidos, de los bebés, de los niños y de las niñas, porque no debemos limitarnos solo a hablar de los beneficios que tiene únicamente durante los primeros meses de vida.

Actualmente, las tasas de lactancia en algunos países desarrollados como España, son increíblemente bajas y, en muchos casos, es debido a la poca información que se tiene sobre ella: las crisis de lactancia, la demanda de los bebés, los beneficios que tiene a largo plazo, la presión del entorno... que hacen que ante las dificultades que se presenten, no exista una respuesta adecuada.

¿Quién no ha escuchado alguna vez que la leche materna de una está aguada y por eso no alimenta a los bebés? Es uno de los muchos mitos que rodean a la lactancia, ya que ésta nunca está aguada ni falta en nutrientes. Un gran número de personas restan importancia al gran poder que tiene este increíble alimento para la salud de los seres humanos con este tipo de comentarios. Por ello, vamos a destacar los principales beneficios que tiene:

  • Es gratis y no contamina
  • Nunca sienta mal a los bebés que se alimentan con ella
  • Reduce el riesgo de malnutrición infantil
  • Es una gran fuente de anticuerpos
  • Refuerza el vínculo con el bebé
  • Mejora la mineralización de los huesos
  • Reduce el riesgo de padecer cáncer de mama, diabetes y enfermedades cardíacas en la madre

Por todo ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda lactancia materna exclusiva los 6 primeros meses de vida, a demanda hasta los 2 años de edad y, después, hasta que mamá y bebé quieran. Un destete respetuoso guiado por el niño o niña puede prolongarse hasta los 7 años de vida.

La composición de la leche materna

La leche materna está compuesta de agua, principalmente, y cuenta con un alto contenido en hidratos de carbono, grasas, proteínas, minerales, células, vitaminas... cambia su composición en respuesta a las necesidades de los bebés incluso a lo largo de la misma toma, la leche no es igual al principio que al final de la misma. Estos cambios pueden observarse en su densidad, en su textura y en su color, principalmente, siendo los más habituales los siguientes:

  • Calostro: es el oro líquido que se produce en pequeñas cantidades adecuadas al pequeño estómago de los recién nacidos. También es conocido como su primera vacuna por el altísimo contenido de anticuerpos que realizan una función inmune enorme en el bebé.
  • Semi transparente: suele ser característica en los primeros momentos de la toma y sirve para calmar la sed de los bebés.
  • Amarilla y espesa: a lo largo de la toma, la leche va cambiando y contiene más grasa. Por ello, es importante alimentar con un pecho por toma a los bebés o cambiar de pecho cuando se suelten espontáneamente de él.

La leche materna se ajusta a la demanda de los niños y niñas, va cambiando con su desarrollo y con su estado de salud. Y, como consecuencia, su color será variable. La alimentación de la madre influye muy poco o nada en su composición, por lo que evitar ciertos alimentos como bebidas gaseosas, chocolate o legumbres mientras se está lactando para no provocar gases en los bebés, por ejemplo, es simplemente un mito.

Factores que influyen en el color de la leche materna

Como hemos visto, la leche materna puede cambiar de color en cualquier momento y eso no es indicativo de que suceda algo malo. Las causas por las que la leche cambia de color son varias:

  • La dieta de la madre: alimentos ricos en betacarótenos (zanahorias, calabaza) o en nitritos, con colorantes y algunos medicamentos y suplementos, pueden cambiar ligeramente el color de la leche, volviéndola más anaranjada o azul o verdosa.
  • Causas fisiológicas: pequeñas hemorragias internas debido al mayor riego sanguíneo en la zona, enfermedad del bebé, heridas...
  • Causas patológicas: se refiere a secreciones distintas a la leche, que pueden darse fuera de la lactancia y del embarazo, con textura o incluso olor raro. Puede acompañarse de bultos en la zona mamaria y debe ser consultado de forma inmediata con un médico o médica.

Qué indica el color de la leche materna

La gama de colores es muy amplia y, el color blanco conocido universalmente, muchas veces puede estar ausente. Vamos a ver los colores más peculiares que pude adquirir:

  • Amarilla: el calostro que sale durante los primeros días tiene un color amarillo brillante debido a las grandes cantidades de betacarótenos que contiene. La leche madura, por su parte, suele ser más amarilla al final de las tomas, ya que la concentración en grasa es mucho mayor en ese momento.
  • Rosa o rojiza: se suele deber a grietas y heridas en la zona del pezón de la madre. La sangre fresca se mezcla con la leche tiñéndola un poco. El bebé puede seguir mamando con normalidad y sus heces pueden volverse más oscuras debido a la ingesta de las pequeñas cantidades de sangre. Si vomita, también pueden verse pequeños hilos rojos.
  • Verde o marrón: suele aparecer durante los primeros días de la lactancia materna debido al paso de la leche por los conductos que no eran usados para nada hasta ese momento. Se conoce como “el síndrome de las tuberías oxidadas”. Suele tener un color oscuro y es totalmente apta para el bebé. Algunos alimentos también pueden hacer que la leche adquiera esta tonalidad (verduras de hoja verde, sobre todo).
  • Azul: la leche que sale al principio de la toma suele ser más aguada y de color azulado para calmar la sed del bebé. La leche también puede volverse azulada para dar respuesta a enfermedades pasajeras por las que pasan los bebés y cuando son vacunados.

Que la leche materna tenga estos colores, no es un motivo de destete puesto que no perjudican de ninguna manera ni al bebé ni a la madre. En caso de observar algo que te llame la atención en la leche y te sientas preocupada, lo mejor es que lo consultes con un matrón o matrona o con una persona asesora de lactancia para que haga una valoración.

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Bibliografía
  • Padró, A. (6 de febrero de 2017). La leche materna ¿es blanca? Recuperado de: https://blog.lactapp.es/la-leche-materna-blanca/