A mi bebé le cuesta dormir: por qué y qué hacer

A mi bebé le cuesta dormir: por qué y qué hacer

La falta de sueño es una de las cosas que más afectan a los padres y madres que acaban de tener un bebé. Acumular noches y noches sin dormir, puede llegar a ser muy duro y, a eso, se le suman los comentarios de tu entorno: “ya debería dormir toda la noche”, “le estás malacostumbrando”, “si duerme solo en su habitación aguantará más tiempo”, “si no duerme es porque se queda con hambre”… En realidad, el sueño de los bebés es madurativo, por lo que pocas veces estas afirmaciones son verdad.

Los adultos nos empeñamos en adaptar al bebé a nuestras rutinas, cuando somos nosotros los que tenemos que entenderles a ellos. Por ello, en este artículo de paraBebés vamos a ver por qué a un bebé le cuesta dormir y qué hacer en estos casos, qué pasa si un bebé tiene sueño pero no se duerme y cómo ayudar a tu bebé a dormir.

Mi bebé tiene sueño pero no se duerme

Lo primero que tenemos que tener claro, es que a un bebé no podemos enseñarle a dormir porque su sueño no es como el de los adultos. Es como intentar que un bebé de 4 meses de sus primeros pasos, no está preparado para ello y, por mucho que insistamos, no lo conseguirá porque no tiene la madurez suficiente.

Entonces, ¿qué podemos hacer? En primer lugar, vamos a comprender el por qué el sueño de los niños y niñas es diferente al nuestro. Los adultos tenemos 5 fases de sueño entre las que vamos intercalando sueño ligero, sueño profundo o micro despertares después de los cuales somos capaces de volver a dormirnos sin más. Los bebés, en cambio, solo cuentan con dos fases de sueño que les permiten alimentarse entremedias: el ligero y el profundo y, si se despiertan, no saben volver a dormirse y necesitan ayuda. Con el tiempo y el crecimiento, van incorporando el resto de fases de sueño pero, hasta entonces, puede costarle dormirse aunque tenga sueño.

Por qué a mi bebé le cuesta dormir

Además, hay otros muchos motivos por los que el bebé no consiga coger el sueño y los vamos a ver a continuación:

  • Hambre: debemos de asegurarnos que el bebé no tiene hambre o sed. Alimentándolo a demanda será suficiente. Aquí encontrarás los signos de que un se queda bebé con hambre.
  • Cansancio: si está muy cansado, puede costarle más coger el sueño. Debemos anticiparnos a ello y comenzar la rutina de sueño antes de que el cansancio le sobrepase.
  • Molestias: con la salida de los dientes, por ejemplo, su sueño se alterará ya que estará incómodo y dolorido.
  • Enfermedades: mocos, tos, malestar… harán que a nuestro bebé le cuesten conciliar el sueño.
  • Higiene: con el pañal limpio estará a gusto y evitaremos irritaciones, por lo que debemos cambiarlo a mínima indicación de humedad.
  • Sobre estimulación: ruidos, música alta, pantallas, actividades muy estimulantes, etc., provocarán un estado de excitación a nuestro bebé que le impedirá dormir. Debemos alejar estas actividades lejos de las horas de sueño.

Qué hacer si a mi bebé le cuesta dormirse

Debemos mantener a nuestro bebé con sus necesidades básicas cubiertas: alimentación, higiene, juego, cariño… si su estado es de bienestar absoluto, le ayudará a la hora de ir a dormir. Debemos tener paciencia y verlo como lo que es, una etapa más del desarrollo que, a menudo, puede hacerse cuesta arriba.

No podemos olvidar que los bebés no entienden el mundo de los adultos. Ellos no saben que tenemos que madrugar para ir al trabajo, no nos manipulan con su llanto para que acudamos a su llamada, no saben por qué intentas dormirles si en ese momento no tienen sueño. Como hemos dicho a lo largo del artículo, el sueño, al igual que otras muchas cosas, va madurando con el crecimiento del bebé, y poco a poco irá pareciéndose más al sueño de los adultos. Vamos a ver cómo podemos ayudarle a dormir.

Cómo ayudar a mi bebé a dormir

Tener establecidas ciertas rutinas durante el día y la noche, hará que nuestros bebés concilien mejor el sueño. Las rutinas les dan seguridad, puesto que al repetir siempre las mismas acciones, en la medida de lo posible, hace que ellos interioricen y comprendan lo que va a pasar en cada momento.

Cuando llegue la hora de dormir, debemos tratar de evitar actividades que estimulen en exceso a nuestro hijo o hija, y buscar aquellas que le relajen para que se duerma. Para ello, lo recomendable es llevarle al lugar de la casa donde duerme habitualmente, con una temperatura agradable, y poner luz muy tenue o, incluso, prescindir de ella.

También podemos ayudarnos de otros recursos como la música clásica. Una vez en la habitación, podemos mecer a nuestro bebé, acunarle, cantarle, arrullarle… no hay una ley universal para todos los niños y niñas, ya que a cada uno le servirá una técnica diferente y habrá que probar varias hasta dar con la ideal para nuestro hijo o hija, sin olvidarnos de lo esencial, que mencionábamos al comienzo del párrafo: establecer rutinas. Aquí encontrarás más información sobre Cómo dormir a un bebé.

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Bibliografía
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  • Soler, A. (2017). El sueño en la infancia: apego, colecho, lactancia y despertares. Recuperado de: https://www.albertosoler.es/el-sueno-en-la-infancia-apego-colecho-lactancia-despertares/